La traducción al español del título enunciado es algo así como: no te rindas, no te entregues , no cedas... Es el título de una canción ochentera del genial Peter Gabriel que interpreta junto a Kate Bush (ver video subtitulado). Es un tema que entrega un mensaje para quienes han caído en la desesperación del que afronta situaciones muy propias del mundo moderno como es el desempleo. Un himno de lucha.
Muchos compatriotas producto del terremoto y martemoto ocurrido en el sur de Chile el 27 de febrero han pasado a engrosar el listado de desempleados en el país. No son menos los que no sólo han perdido sus puestos de trabajo sino también a sus afectos más queridos. Para ellos: don't give up.
Don't give up, sí, no te rindas, que es una frase corta y fácil de decirla, pero vitalmente necesaria sentirla o vivirla, aunque sea difícil
En este 1 de mayo que se celebra el Día Internacional de los Trabajadores deseo dedicar esta canción no sólo a los que están cruzando el vértigo del desempleo y que se sienten indignos y avergonzados, sino a las esposas, parejas, madres, padres, hermanos, familias, amigos de los que pueden estar siendo atrapados por la frustración, la derrota, la desazón, la desesperanza, la amargura de no poder tener el sustento y satisfacción que entrega la actividad laboral remunerada al hombre y, también, al creciente número de mujeres que se han incorporado al mundo del trabajo.
Es en la familia donde el hombre es aceptado tal como es, sin tener que ponerse máscaras ni disfrazarse de nada. Es en la familia donde la persona descansa y no tiene que actuar, es el lugar donde realmente es amado incondicionalmente. Y por eso cuando se está en la derrota, o se siente que se está acabado, y que los sueños se han desvanecido, está la cálida intimidad de la familia que no abandona, que no reprocha, que da fuerza, que apoya... y que dice no te rindas, don't give up. Por ello que invoco a los afectos, a los cercanos, de quiénes sienten o creen estar en el pantano de la deseperación y soledad.
En la vorágine de las economías del mundo actual nadie estas exento de los vaivenes de la inestabilidad laboral. Ya vemos como muchos de nuestros compatriotas del sur fueron sacudidos fuertemente por la naturaleza y tienen que volver a recomenzar sus vidas porque quedaron sin nada. O también, porque lo que eran sus lugares de trabajo ya no pueden seguir funcionando o se hace a una capacidad inferior que, inevitablemente, se traduce en despidos por fuerza mayor sin que haya una indemnización por los años de servicio prestado en la empresa. En otros existen situaciones más pedestres como alteraciones de mercado, el "mariconeo" infaltable de algunos supuestos compañeros de trabajo que andan con la infamia "aserruchadora" para reafirmarse ante sus jefecitos, o aquellos que sucumben y caen en desgracia ante los caprichos de una descriteriada jefatura. Sea cual fuere la situación, el drama puede ser el mismo.
Algunos compatriotas deben estar en soledad y no tener el brazo amigo para salir de la desesperanza o, lo que incluso puede ser peor que la soledad, teniendo una famila ésta no los cobija en el afecto, comprensión, solidaridad, apoyo y, por el contrario, en ellas se rumia la hostilidad, la ignorancia, la indiferencia, la incomprensión y el reproche humillante para el jefe de familia que ve con incertudumbre sus expectativas laborales. Para todos ellos, que recuerden que en Chile tenemos un refrán muy popular: "A nadie le falta Dios", y es verdad, a nadie le falta... por eso...Don't Give Up... No te Rindas.
La sentencia bíblica dice: "te ganarás el pan con el sudor de tu frente", y por mucho tiempo se consideró como un castigo el trabajo, pero hoy día es todo lo contrario. El trabajo dignifica a la persona y puede hacer progresar a las familias cuando es remunerado dignamente.
Feliz día a todos los trabajadores.
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