Muchos políticos de la Concertación aún siguen despistados y no logran entender lo que hizo Osvaldo Andrade en relación a la votación del reajuste del sector público. El ex Ministro del Trabajo frente a las críticas de su propio sector y parte de los trabajadores en paro, señaló lo siguiente: "Lo hice porque me lo pidieron los trabajadores y sus dirigentes. Y lo que me pidieron era que viabilizara que existiera reajuste y aguinaldo", más claro, echarle agua.
No obstante muchos salieron diciendo es un traidor, hay que eliminarlo de la vocería de la Concertación...etc, puras idioteces que concuerdan con la baja adhesión de esta coalición política que gobernó por 20 años el país, pero que ahora no acierta una.
Cómo les puede caber en la cabeza que Osvaldo Andrade es un traidor y que ha ido en desmedro de los trabajadores, cómo no pueden tener un poco de reflexión y sabiduría para no emitir juicios ridículos o oportunistas, porque posiblemente vean en la acción de Andrade en esta oportunidad, una forma de posicionarse en el alma de los trabajadores como los supuestos verdaderos defensores de éstos y desplazar el bien ganado prestigio en el mundo laboral del ex ministro del trabajo y actual diputado y presidente del partido socialista.
Hoy día todo es muy mediático, en que más importa el parecer que el ser, en que no se ve más allá de las apariencias, en que la superficilidad le gana a la reflexión, Osvaldo Andrade se transforma en el blanco de críticas por esta sutileza política que implica en apariencia haber perdido el gallito que hacen mención los analistas, pero asegura los bonos, aguinaldo y el 4,2% de reajuste que implica un incremento real de poco más de dos punto en las remuneraciones de los empleados del sector público.
Y en todo este contexto la derecha de taquito pasa colada con su propuesta exigüa y tacaña en proporción a los ingresos que está recibiendo el país.
En síntesis, los políticos de la Concertación se siguen descalificando a vista y paciencia de la derecha y dándole más combustible a este conglomerado político para permanecer por muuuuuucho tiempo más en el gobierno.
Se puede criticar a Osvaldo Andrade, pero frente al monstruo político-mediático que significa la derecha, dichas críticas no deben dar pábulo a la desunión ni tampoco ser motivo para que los medios en su mayoría controlados por la derecha transformen las discrepancias como tema cotidiano del tapete noticioso.
No obstante muchos salieron diciendo es un traidor, hay que eliminarlo de la vocería de la Concertación...etc, puras idioteces que concuerdan con la baja adhesión de esta coalición política que gobernó por 20 años el país, pero que ahora no acierta una.
Cómo les puede caber en la cabeza que Osvaldo Andrade es un traidor y que ha ido en desmedro de los trabajadores, cómo no pueden tener un poco de reflexión y sabiduría para no emitir juicios ridículos o oportunistas, porque posiblemente vean en la acción de Andrade en esta oportunidad, una forma de posicionarse en el alma de los trabajadores como los supuestos verdaderos defensores de éstos y desplazar el bien ganado prestigio en el mundo laboral del ex ministro del trabajo y actual diputado y presidente del partido socialista.
Hoy día todo es muy mediático, en que más importa el parecer que el ser, en que no se ve más allá de las apariencias, en que la superficilidad le gana a la reflexión, Osvaldo Andrade se transforma en el blanco de críticas por esta sutileza política que implica en apariencia haber perdido el gallito que hacen mención los analistas, pero asegura los bonos, aguinaldo y el 4,2% de reajuste que implica un incremento real de poco más de dos punto en las remuneraciones de los empleados del sector público.
Y en todo este contexto la derecha de taquito pasa colada con su propuesta exigüa y tacaña en proporción a los ingresos que está recibiendo el país.
En síntesis, los políticos de la Concertación se siguen descalificando a vista y paciencia de la derecha y dándole más combustible a este conglomerado político para permanecer por muuuuuucho tiempo más en el gobierno.
Se puede criticar a Osvaldo Andrade, pero frente al monstruo político-mediático que significa la derecha, dichas críticas no deben dar pábulo a la desunión ni tampoco ser motivo para que los medios en su mayoría controlados por la derecha transformen las discrepancias como tema cotidiano del tapete noticioso.
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