Sebastián Dávalos: La salvación de la derecha.
Sin duda que el hijo de la presidenta es un problema bastante serio, no obstante que no ha sido procesado por delitos ni él ni su mujer, la imagen que proyecta le hace daño al gobierno de Michellle Bachelet. Y en política, no solo hay que ser, sino parecer. Lo mas probable es que no haya nada irregular ni menos delito en la operación crediticia cuestionada, porque estos procedimientos están sujetos a la evaluación individual que hacen los bancos, y en este caso particular, muchos serían los bancos que potencalmente estarían dispuesto a convertirse en el acreedor del hijo de la presidenta, que es un deudor especial, con una enorme garantía, para cualquier suma de dinero solicitada. Sin embargo, la opinión pública no se inmiscuye en sutilezas técnicas ni jurídicas, sino que juzga desde la perspectiva de lo que parece, y si alguien parece sinvergüenza -aunque sea honesto- está cagado medíaticamente: será sinvergüenza. La política trae beneficios personales, pero también este tipo de dificultades. Y hoy los estándares son más exigentes para todos. El negocio de la nuera de Bachelet, es un plato que la derecha no va a desaprovechar. A Dávalos le gusta el dinero, la ostentación... y a juzgar por la desprolijidad del hijo de la presidenta, solo cabe dos cosas: o Sebastián Dávalos es inconteniblemente ambicioso y ostentador o, el personaje en cuestión, es completamente weón, hasta llegar a compromenter a su madre, la presidenta, con la misma delicadeza que lo hace un elefante en una cristalería. Tarde o temprano provocará un desaguisado, es una bomba de tiempo.
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