Se ha escrito y hablado mucho acerca de los casos Caval, Penta, SQM, y también de otros casos anteriores de abusos y aprovechamientos para la obtención de más y más dinero. Sin embargo, a la hora en que el ciudadano común alza la voz por tanta ignominia, suele ocurrir una especie de ceguera voluntaria que no permite ver objetivamente lo miserable que puede haber sido el candidato al cual se le dio el voto y pudo erigirse como nuestro representante, en la presidencia, en el parlamento, en la municipalidad o cualquier otro cargo público que no necesariamente tenga que ser de votación popular. Y al revés, cuando el candidato es de signo contrario, por arte de magia aparece el catón draconiano que ve todas las faltas y tropelías de su opositor. Este patrón de comportamiento está inserto en el llamado clásico doble estándar de los chilenos. O sea, decir o parecer hacer lo políticamente correcto, pero actuar, en verdad, desde motivaciones más perversas que inspiren una carrera política por ejemplo. Sería ilusorio pensar que una persona en el actual mundo pretenda hacer una carrera política -o cualquier actividad incluso- porque fundamentalmente está motivado por el bien común o es la encarnación de la reiterada frase de "vocación de servicio público". Esto poco existe, lo que existe es una infinita codicia por el dinero y el éxito desde cualquier ámbito que se mire, desde el mundito de la gente común hasta la élite que ostenta el comando político y económico del país. Un político, un empresario, no es mas que el reflejo del hombre común, son iguales de honestos y sinvergüenzas. Lo que pasa es que nadie reconoce al sinvergüenza que llevamos adentro, por eso siempre los demás, el otro sector político, el de en frente, es el ladrón, pero uno, jamás. Shakespeare ya lo señalaba en una de sus obras: Macbeth. El poder que enceguece al hombre; cómo cualquier persona puede sucumbir ante la posibilidad de obtener una ganancia política, económica o social que se le presente. De ahí la importancia de tener conciencia de nuestro comportamiento en el entorno que nos desempeñamos. Un alto desarrollo de esta conciencia puede ser vital a la hora de evaluar a nuestros políticos de la manera mas descarnada y objetiva posible.
Gobierno y oposición han estado expuestos al escrutinio público, causando indignación por el nivel de desparpajo que sus integrantes han tenido para, obscenamente, obtener ganancias personales. En la derecha ya existe un a prolífera lista, que parece confiar en la ceguera de sus adeptos, porque no sería raro que los vuelvan a elegir dado el nivel de ceguera voluntaria tan característica de la derecha y que tuvo su máxima expresión en el soslayamiento a las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura. Parte de este sector político poco lee y piensa; éstos no entienden que la actual coyuntura no es un problema de derechas o izquierdas, sino de las estructuras de poder, integradas por una casta de privilegiados que han instaurado una cleptocracia "cagando" al fisco y a los chilenos por décadas . Por eso que aun quedan imbéciles que defienden a corruptos porque son del mismo sector político que adscriben o simpatizan, especialmente esto ocurre con el momiaje marginal. Solo basta con leer en algunos mercuriales medios la cantidad de posteos erróneos que provienen desde el fanatismo y la ignorancia de estos verdaderos sirvientes de los sinvergüenzas involucrados en esta relación mafiosa entre política y dinero. El facho ignorante debe entender que ha sido funcional a la corrupción al elegir a las plastas relacionadas con el caso Penta y ahora SQM, entre otros. También se da en el otro sector, no cabe duda, pero la voz cantante de la corrupción la esta llevando la derecha. Pero esto no es una cosa de quién más o quién menos. La corrupción es la que acecha.
Gobierno y oposición han estado expuestos al escrutinio público, causando indignación por el nivel de desparpajo que sus integrantes han tenido para, obscenamente, obtener ganancias personales. En la derecha ya existe un a prolífera lista, que parece confiar en la ceguera de sus adeptos, porque no sería raro que los vuelvan a elegir dado el nivel de ceguera voluntaria tan característica de la derecha y que tuvo su máxima expresión en el soslayamiento a las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura. Parte de este sector político poco lee y piensa; éstos no entienden que la actual coyuntura no es un problema de derechas o izquierdas, sino de las estructuras de poder, integradas por una casta de privilegiados que han instaurado una cleptocracia "cagando" al fisco y a los chilenos por décadas . Por eso que aun quedan imbéciles que defienden a corruptos porque son del mismo sector político que adscriben o simpatizan, especialmente esto ocurre con el momiaje marginal. Solo basta con leer en algunos mercuriales medios la cantidad de posteos erróneos que provienen desde el fanatismo y la ignorancia de estos verdaderos sirvientes de los sinvergüenzas involucrados en esta relación mafiosa entre política y dinero. El facho ignorante debe entender que ha sido funcional a la corrupción al elegir a las plastas relacionadas con el caso Penta y ahora SQM, entre otros. También se da en el otro sector, no cabe duda, pero la voz cantante de la corrupción la esta llevando la derecha. Pero esto no es una cosa de quién más o quién menos. La corrupción es la que acecha.
Por qué ha surgido esta relación mafiosa entre política y dinero; la respuesta es sencilla: porque creen que necesitan publicidad , marketing para engatusar y "comprarse" a los electores, y en parte lo logran. Esto tiene una solución bien simple: prohibición total de la propaganda política y del financiamiento de las campañas. Solo debieran existir las franjas electorales en radio, TV y medios escritos en que igualitariamente todos los candidato tendrían acceso. Los puerta a puerta sería un medio lícito y también los discursos públicos, pero prohibición total de carteles, letreros, gigantografías, banderas, palomas o cualquier medio gráfico similar.
Comentarios