Los sindicatos están rascando donde no pica... No sacan nada con reclamar a los dueños de las mineras o a los ejecutivos de ellas o a Codelco, porque el que les dió "chipe libre" a las compañías mineras para seguir funcionando a destajo es el presidente de la república, es decir, el mismísimo Sebastián Piñera. Él no quiere parar la producción, él puso como prioridad el dinero antes que la vida y salud, él es el que está preocupado de que el PIB no sufra incidencia por una eventual suspensión de faenas, es él el que está mirando el IMACEC...
La alta tasa de contagios en la zonas mineras es la crónica de los contagios anunciados. Iquique, Calama, Antofagasta y Arica también, aparecen como las regiones con tasas de mayor Incidencia Actual de todo Chile; Se agrega, además, Rancagua, que también es un centro minero. La gran movilidad de faeneros entre regiones del norte minero, entre el norte y otras regiones del sur, implica una potencial cantidad de casos positivos asintomáticos que infinitamente pueden estar contagiando a otros en todo lo que son las zonas del norte minero. Quizás se requiera una suspensión temporal de faenas para neutralizar la constante movilidad de faeneros que van y vienen. Una cuarentena en bloque de las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, poniendo énfasis en la suspensión temporal de las faenas mineras, para neutralizar la excesiva movilidad de trabajadores faeneros que van y vienen desde las ciudad a faenas y viceversa, podría ser una medida efectiva para reducir la tasa de contagios y muertes. Esto se debió efectuar al principio de la pandemia, pero en ese momento no era funcional a la estrategia de entonces que era la apuesta de la "inmunidad de rebaño", que permite la producción a full, no obstante la pandemia sigue su curso contagiante, porque se esperaba un contagio de un 60% de la población, por lo menos, para alcanzar la mencionada inmunidad que propuso la dupla Mañalich-Piñera. Las jefaturas de las mineras sabían lo que venía, por eso dieron de baja a los mayores de 60 años, a los enfermos crónicos, o también se optó por el teletrabajo. Pero hoy se sabe que el corona virus puede atacar mortalmente a una persona de cualquier rango etario.
Los sindicatos de las mineras parece que no se dieron cuenta o no previeron el desastre que se venía y que ha significado la muerte de muchos compañeros. Los alcaldes tampoco sacaron la voz, y solo últimamente con desesperación piden medidas restrictivas a las autoridades -que están obsesionadas por mantener la producción que no afecte el PIB- para enfrentar la pandemia.
La alta tasa de contagios en la zonas mineras es la crónica de los contagios anunciados. Iquique, Calama, Antofagasta y Arica también, aparecen como las regiones con tasas de mayor Incidencia Actual de todo Chile; Se agrega, además, Rancagua, que también es un centro minero. La gran movilidad de faeneros entre regiones del norte minero, entre el norte y otras regiones del sur, implica una potencial cantidad de casos positivos asintomáticos que infinitamente pueden estar contagiando a otros en todo lo que son las zonas del norte minero. Quizás se requiera una suspensión temporal de faenas para neutralizar la constante movilidad de faeneros que van y vienen. Una cuarentena en bloque de las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, poniendo énfasis en la suspensión temporal de las faenas mineras, para neutralizar la excesiva movilidad de trabajadores faeneros que van y vienen desde las ciudad a faenas y viceversa, podría ser una medida efectiva para reducir la tasa de contagios y muertes. Esto se debió efectuar al principio de la pandemia, pero en ese momento no era funcional a la estrategia de entonces que era la apuesta de la "inmunidad de rebaño", que permite la producción a full, no obstante la pandemia sigue su curso contagiante, porque se esperaba un contagio de un 60% de la población, por lo menos, para alcanzar la mencionada inmunidad que propuso la dupla Mañalich-Piñera. Las jefaturas de las mineras sabían lo que venía, por eso dieron de baja a los mayores de 60 años, a los enfermos crónicos, o también se optó por el teletrabajo. Pero hoy se sabe que el corona virus puede atacar mortalmente a una persona de cualquier rango etario.
Los sindicatos de las mineras parece que no se dieron cuenta o no previeron el desastre que se venía y que ha significado la muerte de muchos compañeros. Los alcaldes tampoco sacaron la voz, y solo últimamente con desesperación piden medidas restrictivas a las autoridades -que están obsesionadas por mantener la producción que no afecte el PIB- para enfrentar la pandemia.
Calama tiene que "patalear" con fuerza y pedir medidas radicalmente restrictivas, lo que significa cerrar temporalmente las faenas mineras. El PIB podría circunstancialmente bajar, pero a su vez el precio del cobre se podría elevar. Pero mas allá de esa cuestión económica va a prevalecer la salud y vida, porque se podrían reducir los contagios y muertes, a su vez encontrar trazabilidad de los contagios que hoy está absolutamente perdida y se navega en la oscuridad como lo dijo el ex ministro Mañalich.
Hoy día ni siquiera estamos a fojas cero, sino que estamos bajo cero y se han perdido cerca de cinco meses por la irresponsabilidad e incompetencia de las autoridades. Hay que recordar que los muertos no producen, porque para producir hay que estar vivos.
Hoy día ni siquiera estamos a fojas cero, sino que estamos bajo cero y se han perdido cerca de cinco meses por la irresponsabilidad e incompetencia de las autoridades. Hay que recordar que los muertos no producen, porque para producir hay que estar vivos.
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