Las elecciones municipales del domingo 26 de Octubre del 2008, ya son historia. Ahora sabemos quiénes serán los ediles que comandarán los destinos de los municipios en todas las comunas del país, pero resulta incierta la incidencia que tendrán esos ediles en el desarrollo de esas comunas y en la calidad de vida de sus habitantes.
Entrar al análisis de porqué salió electo determinado candidato, o porqué no salió reelecto otro, es una tarea que puede ser muy laboriosa, compleja y muy difícil de dasarrollar, no sólo en el caso de Arica, sino también en lo que ha ocurrido en varias comunas del país. Los factores que se señalan para comprender las insólitas mayorías de algunos candidatos pueden ser muchas, pero no se puede sostener ni demostrar como una verdad matemática que alguna de ellas sean plenamente ciertas y determinantes en los comicios recientemente llevados a efecto en nuestro país. Cómo se puede entender que municipios comandados por la Derecha y que claramente han estado involucrados en irregularidades, hayan obtenido un triunfo electoral, aunque los electores constantemente renieguen de la Justicia, de la famosa "puerta giratoria" , que lo importante es la honestidad del alcalde y que frente a la falta de probidad o delitos hay que aplicar la "mano dura"; en realidad es complejo entender esa paradójica actitud de los chilenos, en especial de los sectores de clase media para arriba . En otros sectores políticos tampoco es muy diferente esta conducta contradictoria. En el caso del alcalde electo de Arica, Waldo Sankán, su conducta valórica ha sido fuertemente cuestionada en relación a su paso por Bienes Nacionales, la construcción de su extravagante casa, la deuda morosa por sus estudios universitarios, su extraño silencio al no denunciar las evidentes irregularidades cometidas por Carlos Valcarce (alcalde RN que fue acusado de un comprobado fraude al fisco y que por un tecnicismo legal fue dejado en libertad) y ahora último se agrega unas supuestas irregularidades cometidas en el ejercicio como alcalde suplente de Arica cuando el titular - Carlos Valcarce- estaba siendo procesado en la justicia por el comprobado fraude en contra del fisco. También resulta extraño que la esposa del alcalde que fue dejado en libertad, no obstante la demostración de los delitos cometidos, haya obtenido una buena cantidad de votos como candidata a concejal, a pesar que, además, se divulgó un video por internet en que asomaba toda la prepotencia y ordinariez de la ahora electa concejal María Becerra.
Factores como la desunión (que dispersa la votación), el fenómeno de los descolgados, el uso de las mismas municipalidades como plataforma propagandística, entregar una determinada imagen o sensación que se viene a mejorar el statu quo vigente, las dádivas, regalos, rifas, la desinformación o ignorancia de los electores, el voto anti, la teoría del voto perdido, el efecto Catapilco, la reiteración casi cacofónica del nombre e imagen de un candidato que queda registrado en el insconciente de los electores -al igual como la popular cocacola- y que en el impulso final automáticamente le da el voto a quien tiene grabado en su mente, los recursos financieros, el acceso a los medios, la falta de respeto hacia los adversarios, la inexistencia de una visión moral clara, la falta de credibilidad (no decir lo que realmente se piensa)... en fin, son múltiples los factores que influirían en la decisión de los electores en una contienda electoral, en especial en las municipales, que algunos la consideran que es lo más "rasca" de todos los comicios efectuados en el país.
La inefabilidad de la conducta de los electores en las recientes elecciones municipales, puede ser un tema para la sociología que podría aportar en forma científica a la comprensión de la conducta electoral actual de los chilenos.
Existe, evidentemente, una falta de cultura cívica, una enorme pereza intelectual y una desidia de los partidos políticos para informar didácticamente a sus potenciales electores del mensaje que entregan. O puede ser que el tiempo del debate electoral sea muy breve, o que las personas no tengan el suficiente tiempo para atender los diferentes puntos de vista de la verdadera "catarata" de candidatos en carrera o, sencillamente, la gente no tiene la profundidad intelectual para procesar los mensajes de los candidatos; y así, muchas veces, gana el que vende una mejor imagen, pero no el que está más capacitado para asumir como edil de una comuna.
Esta situación de confusión, desinformación y contradicción, en que se agrega una enorme cantidad de candidatos que parecen decir todos lo mismo, en que algunos ahora aparecen en otras tiendas políticas y aparentemente renegando de sus ideas pasadas, en que otros se cambian de partidos como si se cambiaran de calzoncillos, en que otros por cálculos políticos se tratan de acercar al centro para a ver si logran captar potenciales votos, etc., toda esta "majamama", en definitiva, puede terminar favoreciendo a la Derecha, porque a la larga se puede ir perdiendo la identidad como conglomerado progresista, y es este marco o "frame" -para utilizar la terminología del científico cognitivo George Lakoff- que hay que simbolizar como referencia automática en los chilenos, que consciente o inconscientemente llevan consigo una visión progresista antes que una de corte individualista, socialmente injusta, económicamente desigual, de oportunidades determinadas por el dinero y en el que todas las áreas terminan siendo incorporadas al mercado.
No obstante que el individualismo ha calado en nuestra sociedad producto de las ideas neoliberales implantadas a ultranza por la dictadura después del golpe militar del año 1973, el chileno de a pie, los más humildes y sectores de clase media, en forma intuitiva y en muchos consciente tienen una visión progresista de cómo debería funcionar la sociedad chilena. Es esta identificación que se podría perder, por tratar de irse al centro o asumir esquemas neoliberales y dejar en una confusión a los chilenos, que en una de esas votan en contradicción a su identidad, a sus valores, sin saberlo que así lo hacen.
Lakoff sostiene, apoyándose en estudios electorales, que la mayoría de la gente no vota por sus intereses, sino en función de su identidad. Los ciudadanos votan "según su identidad, sobre la base de quiénes son, de qué valores tienen y a quién y a qué admiran". Y los estereotipos culturales y morales son los que más directamente enmarcan el voto por afinidad o por rechazo.
Todos tenemos distintos marcos de referencia, la clave es como activar esos valores latentes, cómo hacer que el deseo de solidaridad sea más fuerte que la agresividad individualista.
El profesor Lakoff derriba el estilo farandulero, cortoplacista y superficial de la política, llevándola a un estadio más filosófico y moral, sin caer en una exagerada intelectualización, porque el mensaje debe llegar a los valores y a la emocionalidad de los ciudadanos a través de un lenguaje estructurado en metáforas; y que la idea de la simple racionalidad o el cálculo del interés propio no es el determinante central del comportamiento a la hora de emitir el voto, por lo menos en la mayoría de las personas. Por ello cabe la pregunta por qué la Concertación ha ganado todas las elecciones, con la excepción de la reciente elección municipal realizada el domingo 26 de Octubre. Esta es una alerta para la Concertación, pues la Derecha ha introducido las "frames"-o marcos- de la corrupción, ineficiencia, mano blanda de la Justicia, impuestos injustificados, alternancia en el poder, desorden gubernamental, incapacidad presidencial, más de lo mismo, políticos del pasado, que la Concertación está sin ideas, sin fuezas, etc.
El transantiago también va ser utilizado como un elemento que enmarque el voto. Este enorme error de la Concertación, no es que esté en el diseño o en la ejecución, sino que se ha prescindido del Estado en esta área de la locomoción pública en que la experiencia empírica de otros países indicaba que el Estado debía financiar este sistema y no dejar a los privados todo el manejo de la locomoción pública mayor. Este error demuestra una renuncia, en cierto modo, a los valores progresistas que debería asumir con mayor vigor la Concertación, no sólo en este aspecto, sino también en el sistema de salud, educación, previsional, político y económico. Que la Concertación sea y parezca un gobierno progresista y no confundir a los chilenos, es una tarea que está pendiente.
Entrar al análisis de porqué salió electo determinado candidato, o porqué no salió reelecto otro, es una tarea que puede ser muy laboriosa, compleja y muy difícil de dasarrollar, no sólo en el caso de Arica, sino también en lo que ha ocurrido en varias comunas del país. Los factores que se señalan para comprender las insólitas mayorías de algunos candidatos pueden ser muchas, pero no se puede sostener ni demostrar como una verdad matemática que alguna de ellas sean plenamente ciertas y determinantes en los comicios recientemente llevados a efecto en nuestro país. Cómo se puede entender que municipios comandados por la Derecha y que claramente han estado involucrados en irregularidades, hayan obtenido un triunfo electoral, aunque los electores constantemente renieguen de la Justicia, de la famosa "puerta giratoria" , que lo importante es la honestidad del alcalde y que frente a la falta de probidad o delitos hay que aplicar la "mano dura"; en realidad es complejo entender esa paradójica actitud de los chilenos, en especial de los sectores de clase media para arriba . En otros sectores políticos tampoco es muy diferente esta conducta contradictoria. En el caso del alcalde electo de Arica, Waldo Sankán, su conducta valórica ha sido fuertemente cuestionada en relación a su paso por Bienes Nacionales, la construcción de su extravagante casa, la deuda morosa por sus estudios universitarios, su extraño silencio al no denunciar las evidentes irregularidades cometidas por Carlos Valcarce (alcalde RN que fue acusado de un comprobado fraude al fisco y que por un tecnicismo legal fue dejado en libertad) y ahora último se agrega unas supuestas irregularidades cometidas en el ejercicio como alcalde suplente de Arica cuando el titular - Carlos Valcarce- estaba siendo procesado en la justicia por el comprobado fraude en contra del fisco. También resulta extraño que la esposa del alcalde que fue dejado en libertad, no obstante la demostración de los delitos cometidos, haya obtenido una buena cantidad de votos como candidata a concejal, a pesar que, además, se divulgó un video por internet en que asomaba toda la prepotencia y ordinariez de la ahora electa concejal María Becerra.
Factores como la desunión (que dispersa la votación), el fenómeno de los descolgados, el uso de las mismas municipalidades como plataforma propagandística, entregar una determinada imagen o sensación que se viene a mejorar el statu quo vigente, las dádivas, regalos, rifas, la desinformación o ignorancia de los electores, el voto anti, la teoría del voto perdido, el efecto Catapilco, la reiteración casi cacofónica del nombre e imagen de un candidato que queda registrado en el insconciente de los electores -al igual como la popular cocacola- y que en el impulso final automáticamente le da el voto a quien tiene grabado en su mente, los recursos financieros, el acceso a los medios, la falta de respeto hacia los adversarios, la inexistencia de una visión moral clara, la falta de credibilidad (no decir lo que realmente se piensa)... en fin, son múltiples los factores que influirían en la decisión de los electores en una contienda electoral, en especial en las municipales, que algunos la consideran que es lo más "rasca" de todos los comicios efectuados en el país.
La inefabilidad de la conducta de los electores en las recientes elecciones municipales, puede ser un tema para la sociología que podría aportar en forma científica a la comprensión de la conducta electoral actual de los chilenos.
Existe, evidentemente, una falta de cultura cívica, una enorme pereza intelectual y una desidia de los partidos políticos para informar didácticamente a sus potenciales electores del mensaje que entregan. O puede ser que el tiempo del debate electoral sea muy breve, o que las personas no tengan el suficiente tiempo para atender los diferentes puntos de vista de la verdadera "catarata" de candidatos en carrera o, sencillamente, la gente no tiene la profundidad intelectual para procesar los mensajes de los candidatos; y así, muchas veces, gana el que vende una mejor imagen, pero no el que está más capacitado para asumir como edil de una comuna.
Esta situación de confusión, desinformación y contradicción, en que se agrega una enorme cantidad de candidatos que parecen decir todos lo mismo, en que algunos ahora aparecen en otras tiendas políticas y aparentemente renegando de sus ideas pasadas, en que otros se cambian de partidos como si se cambiaran de calzoncillos, en que otros por cálculos políticos se tratan de acercar al centro para a ver si logran captar potenciales votos, etc., toda esta "majamama", en definitiva, puede terminar favoreciendo a la Derecha, porque a la larga se puede ir perdiendo la identidad como conglomerado progresista, y es este marco o "frame" -para utilizar la terminología del científico cognitivo George Lakoff- que hay que simbolizar como referencia automática en los chilenos, que consciente o inconscientemente llevan consigo una visión progresista antes que una de corte individualista, socialmente injusta, económicamente desigual, de oportunidades determinadas por el dinero y en el que todas las áreas terminan siendo incorporadas al mercado.
No obstante que el individualismo ha calado en nuestra sociedad producto de las ideas neoliberales implantadas a ultranza por la dictadura después del golpe militar del año 1973, el chileno de a pie, los más humildes y sectores de clase media, en forma intuitiva y en muchos consciente tienen una visión progresista de cómo debería funcionar la sociedad chilena. Es esta identificación que se podría perder, por tratar de irse al centro o asumir esquemas neoliberales y dejar en una confusión a los chilenos, que en una de esas votan en contradicción a su identidad, a sus valores, sin saberlo que así lo hacen.
Lakoff sostiene, apoyándose en estudios electorales, que la mayoría de la gente no vota por sus intereses, sino en función de su identidad. Los ciudadanos votan "según su identidad, sobre la base de quiénes son, de qué valores tienen y a quién y a qué admiran". Y los estereotipos culturales y morales son los que más directamente enmarcan el voto por afinidad o por rechazo.
Todos tenemos distintos marcos de referencia, la clave es como activar esos valores latentes, cómo hacer que el deseo de solidaridad sea más fuerte que la agresividad individualista.
El profesor Lakoff derriba el estilo farandulero, cortoplacista y superficial de la política, llevándola a un estadio más filosófico y moral, sin caer en una exagerada intelectualización, porque el mensaje debe llegar a los valores y a la emocionalidad de los ciudadanos a través de un lenguaje estructurado en metáforas; y que la idea de la simple racionalidad o el cálculo del interés propio no es el determinante central del comportamiento a la hora de emitir el voto, por lo menos en la mayoría de las personas. Por ello cabe la pregunta por qué la Concertación ha ganado todas las elecciones, con la excepción de la reciente elección municipal realizada el domingo 26 de Octubre. Esta es una alerta para la Concertación, pues la Derecha ha introducido las "frames"-o marcos- de la corrupción, ineficiencia, mano blanda de la Justicia, impuestos injustificados, alternancia en el poder, desorden gubernamental, incapacidad presidencial, más de lo mismo, políticos del pasado, que la Concertación está sin ideas, sin fuezas, etc.
El transantiago también va ser utilizado como un elemento que enmarque el voto. Este enorme error de la Concertación, no es que esté en el diseño o en la ejecución, sino que se ha prescindido del Estado en esta área de la locomoción pública en que la experiencia empírica de otros países indicaba que el Estado debía financiar este sistema y no dejar a los privados todo el manejo de la locomoción pública mayor. Este error demuestra una renuncia, en cierto modo, a los valores progresistas que debería asumir con mayor vigor la Concertación, no sólo en este aspecto, sino también en el sistema de salud, educación, previsional, político y económico. Que la Concertación sea y parezca un gobierno progresista y no confundir a los chilenos, es una tarea que está pendiente.
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