La negativa de la derecha a permitir que los dirigentes sindicales se postulen como parlamentarios es un hecho consecuente con toda la historia de este sector político en nuestro país. Díganme ustedes qué dirigente sindical pertenece a un partido de derecha (deben haber muy raras excepciones). Este sector político jamás en la historia ha propiciado leyes en favor de los trabajadores, jamás han tenido iniciativas para desarrollar el movimiento sindical, no son los que promueven leyes de protección social, en cambio, sí defienden ilimitadamente al gran empresariado. Cuando fueron gobierno, en dictadura, no sólo persiguieron el movimiento sindical, sino que el brazo criminal de la dictadura decidió que había que eliminarlos.
¡Ah!... y no vengan con la laboriosa e hipócrita tesis de la politización de los sindicatos que les impediría "desenvolverse con autonomía frente al Estado y al Gobierno, al transformarlos en entes partidistas con finalidades distintas del objetivo propio que les compete".
Todas las personas si es que no adscriben a un partido o ideología, por lo menos simpatizan o se identifican con un sector. El centro ideológico o político no existe. Así como tampoco existe el periodismo neutro; y es bueno que así sea. Cuando alguien asume una postura política, se le respeta por la honestidad de mostrar su visión, al contrario del que se hace el "independiente", se hace el "neutro", se hace el "imparcial" y, sin embargo, subterfugiamente apoyan y defienden una evidente posición ideológica o política.
¡Ah!... y no vengan con la laboriosa e hipócrita tesis de la politización de los sindicatos que les impediría "desenvolverse con autonomía frente al Estado y al Gobierno, al transformarlos en entes partidistas con finalidades distintas del objetivo propio que les compete".
Todas las personas si es que no adscriben a un partido o ideología, por lo menos simpatizan o se identifican con un sector. El centro ideológico o político no existe. Así como tampoco existe el periodismo neutro; y es bueno que así sea. Cuando alguien asume una postura política, se le respeta por la honestidad de mostrar su visión, al contrario del que se hace el "independiente", se hace el "neutro", se hace el "imparcial" y, sin embargo, subterfugiamente apoyan y defienden una evidente posición ideológica o política.
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