
A raíz del terremoto y maremoto que afectó a nuestro país, se hace necesario que los chilenos comencemos a familiarizarnos con el pensamiento de la periodista canadiense Naomi Klein, quien en años de investigaciones ha desnudado cómo opera la derecha para aplicar su doctrina capitalista en los lugares que se producen desastres naturales o de otro origen y que también pueden ser ficticios. Lo que importa es que haya una crisis para imponer su doctrina.
Los golpes de estados, los huracanes, atentados como el 11 de septiembre, terremotos, tsunamis... son un caldo de cultivo para que el capitalismo aplique las medidas de shock económico en todas las áreas de la sociedad.
Klein sostiene que el capitalismo se aprovecha de las crisis para introducir impopulares medidas de choque económico.
Post terremoto de 1985, Hernán Büchi, -ministro de Hacienda de Pinochet- aplicó medidas de shock económico que significó un masivo plan de privatizaciones en nuestro país.
Y agrega la periodista canadiense que "las poblaciones civiles quedan sometidas a la voracidad despiadada de los nuevos dueños del mundo, el conglomerado industrial, comercial y gubernamental para quien los desastres, las guerras y la inseguridad del ciudadano son el siniestro combustible de la economía del shock."
En nuestro país la derecha se está sobando las manos para profundizar, a pretexto del desastre ocurrido (leer editorial del diario El Mercurio del día 7 de enero), su filosofía neoliberal: desregular, reducir el Estado, seguir privatizando la salud y educación, flexibilización del mercado laboral como pretexto para reducir el desempleo y dejar el campo propicio para que el empresariado en descampado aproveche de reducir el gasto en mano de obra. La idea es pillar desprevenido a los chilenos ante la conmoción y cofusión que provocan las catatástrofes y cuyo contexto hace aparecer atemporal demandas históricamente expuestas por los ciudadanos, pues el gobierno entrante expondrá el reciente cataclismo como una circunstancia que hace imperativo llevar a cabo reformas basadas desde la perspectiva que tienen de la sociedad y que de una vez queden fuera leyes ineficiente que han retrasado al país, según rezan sus últimos discursos en la prensa que manejan y controlan.
Ojo, la periodista se llama Naomi Klein.
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