
El presidente Lagos tiene toda la razón cuando dijo que si vuelve Piñera sería un retroceso. Guillier también con razón dijo que el gobierno de Sebastián Piñera había sido tiempo perdido. No hizo ninguna reforma modernizadora en aras de mejorar la calidad de vida de los chilenos, como las que está implementando el actual gobierno.
La derecha, con Piñera, se farreó una gran oportunidad de demostrar que no solo saben de crímenes de la dictadura, de abusos, colusiones, "coimas", triangulación de dinero, facturas fraudulentas y de mentiras tipo campaña del terror que auguran tragedias para Chile si ellos no están gobernando. Su frase favorita: "Chile se está cayendo a pedazos".
La derecha, con Piñera, se farreó una gran oportunidad de demostrar que no solo saben de crímenes de la dictadura, de abusos, colusiones, "coimas", triangulación de dinero, facturas fraudulentas y de mentiras tipo campaña del terror que auguran tragedias para Chile si ellos no están gobernando. Su frase favorita: "Chile se está cayendo a pedazos".
Piñera tuvo la suerte de gobernar cuando el precio del cobre alcanzó un récord histórico, un poco mas de US$ 4 la libra del metal, cifra que nunca jamás un presidente chileno tuvo para gobernar. Sin embargo, su desempeñó fue mediocre en función del precio del cobre y lo saneada que estaba la economía cuando llegó a la Moneda.
La derecha repite publicitariamente que se crearon empleos en su período, intentando dar a entender o instalar la idea de que se hizo buena gestión y propició el crecimiento. Pero la verdad es que el empleo subió porque se produjo un inusitado boom cuprífero que alzó el precio del cobre y las empresas del sector comenzaron a desarrollar infinitos proyectos que demandaban mucha mano de obra. Semanalmente se trasladaban por avión y por otros medios de transporte - desde todo Chile- a miles de " viejitos" faeneros al norte del país, en donde la minería trabajaba a full. Pero Piñera no tuvo nada que ver en esa circunstancia de bonanza.
La otra circunstancia que le sirvió a Piñera y a la derecha para autoproclamarse como los campeones de la gestión y crecimiento ( aparte del show que hicieron con el rescate de los 33 mineros, gracias a la expertise de ingenieros chilenos y la tecnología proporcionada ), fue la reconstrucción post terremoto, que no obstante sus avances mediocres, siempre estos fenómenos de la naturaleza que provocan destrozos obligan a aumentar gastos e invertir para reconstruir y reparar, y que obviamente tienen influencia en el PIB.
Pero del gobierno de los mejores, nada, solo tiempo perdido, como acertadamente dijo Guillier.
De poco le sirvió manipular las estadísticas para hacer creer que el país se desarrollaba. Hasta un censo fallido hicieron, que es un bochorno monumental y que no lo reconocen.
Finalmente, los chilenos, rechazaron el gobierno de Piñera, que desde Jorge Alessandri no se elegía democráticamente a un representante de la derecha en el poder. Y fue un fiasco, a pesar de la manipulación de cifras económicas, su amplio despliegue mediático -hasta hoy- de la supuesta capacidad de Piñera o la derecha para crear empleos y generar crecimiento; pero como ya se sabe, otro gobierno, con las condiciones del precio del cobre, indudablemente lo habría hecho mejor y no habría sido un bache en el desarrollo de Chile, ya que el empleo y crecimiento venia por inercia y a remolque de la economía China. En definitiva, se farrearon la posibilidad de demostrar que pueden hacer bien las cosas y un tiempo perdido para Chile. Lamentablemente.
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