"Una buena política pública puede a veces ser políticamente buena". Así señaló The Economist con respecto a las políticas seguida por los gobiernos de la Concertación. Y esto se ve reflejado en las últimas encuestas que dan un mayoritario apoyo no sólo a Bachelet, sino que al gobierno en general.
Mientras tanto la derecha comienza a preocuparse y a desacreditar todo lo que a hecho el gobierno, no obstante que economistas de todo el mundo han elogiado el comportamiento económico de Chile.
Muchos economistas ideologizados que están apoyando activamente a Sebastián Piñera, no como técnicos en su especialidad, han desatado toda la artillería, a través de los medios que le proporcionan amplia tribuna, para criticar "electoreramente" todas las políticas del gobierno.
Sin embargo, el Financial Times destacó la decisión -del gobierno chileno- de haber ahorrado los excedentes del precio del cobre, que ahora constituye un "escudo de guerra" por US$22 mil millones (12,6% del PIB). Economistas de toda América han señalado que Chile tiene el mejor programa fiscal de la región, es fuerte y sólido (US$4 mil millones). Más que cualquier otro gobierno de la región, nuestro país puede tomar medidas para estimular la economía. La deuda pública de Chile es mínima (4% de PIB).
Ahora hay que ser muy cara de palo para achacarle al gobierno las falencias del modelo neoliberal que ha incidido en el aberrante sistema educativo, en una salud mercantilizada, en un Transantigo en que se dejó de lado al Estado, en un sistema de pensiones que ha hecho perder los ahorros previsionales a muchos chilenos y podría seguir nombrando otras áreas en donde el brazo agresivamente individualista del modelo neoliberal implantado a ultranza por la derecha durante la dictadura ha generado enormes daños, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos de la Concertación por reformar las intrínsecas fallas del modelo neoliberal que defienden algunos economistas de derecha, pero no reconocen sus fallas porque se las achacan al gobierno.
A pesar que tenemos deficiencias energéticas y se han sentido los efectos de la crisis, las estimaciones de crecimiento, comparadas con otros países, dejan a Chile en mejor posición.
Tampoco, estos economistas dejan pasar la oportunidad de referirse a temas como corrupción y sensación de inseguridad, los que siempre van a ser usados politiqueramente, no obstante que las estadisticas internacionales que miden estos tópicos, dejan con cifras azules a nuestro país. Es decir, se exagera su gravedad a través de los medios que mayoritariamente están en manos de la derecha para provocar el disgusto de los chilenos.
En diciembre de 2006 Patricio Meller publicó un artículo elaborado conjuntamente entre CIEPLAN y la U de Chile, que con cifras en mano derribaba el mito del milagro económico de la dictadura. Este estudio dio cifras económicas muy mediocres entre 1973 y 1990, sólo en democracia el país realmente comenzó su crecimiento y desarrollo. Los que creen lo contrario son casos casi pintorescos y se quedaron pegados con las mentiras que difundía la dictadura por los medios.
La Concertación ha estado en el gobierno por casi 20 años, pero ha tenido dificultades para reformar el modelo neoliberal implantado a ultranza por los chicago boy y sustentado por el gremialismo y la derecha en general. Todos sabemos que el verdadero poder político está en el parlamento, y es allí donde la derecha se ha afirmado -en un comienzo con los senadores designado y después con el sistema binominal excluyente- para frenar reformas e impedir tener una sociedad más progresista. También, no hay que negarlo, en la misma Concertación hay sectores conservadores que no denuncian claramente las falencias del modelo y en muchos casos también han sido obstáculo para las reformas que los chilenos piden, especialmente en educación, salud, previsión social y transporte.
No estoy diciendo que hay que implantar una economía centralmente planificada o una democracia popular, sino que las falencias del modelo de mercado deben corregirse, cosa que un gobierno derechista no haría por ir en contra de sus postulados que privilegian el desamparo de los sectores medios y bajos antes que la protección social.
Comentarios
Nuévamente te dejas llevar por tu apasionamiento e ideología marxista para referirte al gobierno del general Pinochet. Para rebatir tus postulados y el del artículo publicado por CIEPLAN y por la U. de Chile, ambos políticamente inspirados, te traigo a colación lo que dijo el ex-ministro de Hacienda del gobierno de P. Aylwin y el hasta hace poco Ministro de RR.EE. de la Presidenta, Sra. Bachelet, don Alejandro Foxley, sobre el gobierno de Pinochet
“Él [Pinochet] realizó una transformación, sobre todo en la economía chilena, la más importante que ha habido en este siglo. Tuvo el mérito de anticiparse al proceso de globalización que ocurrió una década después, al cual están tratando de encaramarse todos los países del mundo. Hay que reconocer su capacidad visionaria y la del equipo de economistas que entró a ese gobierno el año ’73, con Sergio de Castro a la cabeza, en forma modesta y en cargos secundarios, pero que fueron capaces de persuadir a un gobierno militar —que creía en la planificación, en el control estatal y en la verticalidad de decisiones— de que había que abrir la economía al mundo, descentralizar, desregular, etcétera. Esa es una contribución histórica que va perdurar por muchas décadas en Chile y que, quienes fuimos críticos de algunos aspectos de ese proceso en su momento, hoy lo reconocemos como un proceso de importancia histórica para Chile, que ha terminado siendo aceptado prácticamente por todos los sectores. Además, ha pasado el test de lo que significa hacer historia, pues terminó cambiando el modo de vida de todos los chilenos, para bien, no para mal. Eso es lo que yo creo, y eso sitúa a Pinochet en la historia de Chile en un alto lugar. Su drama personal es que, por las crueldades que se cometieron en materia de derechos humanos en ese período, esa contribución a la historia ha estado permanentemente ensombrecida”...
(Alejandro Foxley a Revista Cosas el 05/05/2000)
En relación a Pinochet, éste no era un visionario ni nada por el estilo. Incluso, Gustavo Leigh afirma que no tuvo una participación directa en la decisión del golpe de estado.
Los economistas de la época sostienen que tampoco tenía idea para dónde tenía que ir la micro, y sólo se limitó a señalar que quería algo totalmente distinto al marxismo-leninismo, y justo llegaron los chicago boy con las ideas más ortodoxas del modelo neoliberal.
El gobierno de Pinochet siempre ha sido considerado paria en el mundo y jamás hubiese logrado tratados de libre comercio.
El mundo y Chile avanzó por un proceso generalizado, así como va avanzar en treinta años más.
No creo que Pinochet haya tenido algo de visionario, reconozco su expertise en el plano militar y su audaz estrategia en relación al recordado abrazo de Charaña con el presidente boliviano Hugo Bánzer. Pero creo que Pinochet era un hombre de ascasa inteligencia y no estaba a la altura de un verdadero gobernante.