
Varios políticos han tratado de subirse al carro de Marcelo Bielsa, pero al Presidente Piñera se le ha pasado la mano, y que sin empacho alguno trató de establecer una relación -durante la campaña presidencial- con la filosofía o estilo de Bielsa. Éste no tiene nada que ver con el actual mandatario, es más, son polos opuestos. El pensamiento de Bielsa está ligado a la centroizquierda, es un hombre que públicamente reconoce sus errores, el dinero y el poder para él no son una obsesión, le da un componente ético y filosófico a su trabajo y es un hombre que no hace trampas ni ha estado perseguido por la justicia por delitos o faltas ni ha tenido que pagar para zafarse de ellos.
Es cierto que Bielsa debió haber actuado con diplomacia -la hipocresía refinada- frente a Piñera cuando estuvo en La Moneda con los demás integrantes de la selección, pero también en el gobierno deben entender que no se puede aprovechar estan instancias y hacer una encerrona al querido, admirado y respetado técnico de la selección chilena, mas si se sabe que Marcelo Bielsa tiene visiones y valores muy diferentes a los que sustentan en la derecha.
En todo caso Marcelo Bielsa se disculpó, pero queda la sensación que la única forma de parar a Piñera en su desenfrenada carrera por parecer simpático, era que ocurriera lo que pasó en el incómodo episodio en La Moneda.
Puede que esto le sirva de lección al Presidente, que trata de aprovechar estas situaciones con un afán populista, pero que esta oportunidad sufrió un sonado bochorno al tratar de hacerse el simpático y capitalizar políticamente el actual momento de la selección de fútbol chilena comandado por Marcelo Bielsa. Piñera ya había tenido anterirmente en su visita a Pinto Durán -antes que la selección partiera al mundial de Sudáfrica- actitudes torpes con los seleccionados y con el técnico argentino, al que no lo mencionó por su nombre, sino desubicadamente por "loco".
Sin lugar a dudas que el rosarino ha conquistado a los chilenos y es seguido y escuchado con gran atención . Pero esta situación siempre no fue así, hubo un periodo en que parte de la prensa (Copesa y El Mercurio) pusieron en la mira a Bielsa, éste que es una persona de intelecto elevado se dio cuenta del amarillismo con que se intentó tratar el tema de la selección. Esto nacía de un cierto temor en sectores de la derecha por la potencial influencia de Marcelo Bielsa en el tema político, pues el trasandino es un hombre que se identifica políticamente como de centro izquierda. Los temores desaparecieron al comprobar que Bielsa es un hombre de una gran corrección y no se va a prestar para juegos politiqueros, aunque su posición política es clara y firme.
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