
El presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, en La Moneda, manifestó su molestia por la emisión de esta serie de TVN que narra distintos hechos relacionados con la labor de la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura militar.
Larraín durante un comité político efectuado en La Moneda, dijo que “la serie toma hechos que ocurrieron exactamente hace 40 años, pero que tiene connotación política evidente; la izquierda como víctima, y eso es lo que le da pábulo para actuar en política con cierto sentido de superioridad”.
El pintoresco y caricaturesco líder de RN ironizó con un “Qué interesante habría sido una teleserie de lo que habría ocurrido si los admiradores de Lenin, Stalin y Fidel Castro se hubieran afirmado en el poder”, alegando que “lo que no se hizo en tiempos de la Concertación se hace en el gobierno de la Alianza en el canal estatal”.
El alcalde de Providencia, Cristián Labbé, también se manifestó contrario a la emisión de la serie. El ex colaborador del régimen militar aseguró: “Los archivos del cardenal son los archivos del demonio”. El edil, como uniformado, se incorporó en el Estado Mayor Presidencial en 1980, así como en la Secretaría General de Gobierno entre 1989 y 1990.
Otro funcionario de la siniestra dictadura que gobernó a los chilenos desde 1973 al 1989 es Alberto Cardemil, actual diputado y ex subsecretario del Interior de la dictadura, tristemente recordado por la circense performance de retrasar los resultado del plebiscito del 5 de octubre sel 1988 que derrotaban al dictador e ídolo de la derecha que hasta ese entonces las oficiaba de "presidente" de la República.
No fue fácil conseguir dar la aprobación de la serie: "Se debatió mucho y se aprobó con un fallo dividido, de 6 votos contra 4", comenta Herman Chadwick, presidente del Consejo Nacional de Televisión, organismo que premió al programa con uno de sus fondos, en 2009. "Hubo consejeros que, al ver el contenido, consideraron que no era prudente realizarlo, porque sería algo que dividiría aún más a la sociedad chilena", comenta Chadwick sobre la producción protagonizada por Benjamín Vicuña, admitiendo que él mismo fue uno de los miembros que votó en contra del financiamiento de $ 290 millones que le otorgaron.
Lo que pasa -en realidad- es que en Chile nunca se ha hablado de verdad sobre este tema. Los medios -mayoritariamente en manos de a derecha- fueron alcahuetes de las tropelías que cometió la dictadura y en democracia no se ha publicado la crudeza y sadismo de la masacre propiciada por el sector de Carlos Larraín, Cristian Labbé y Alberto Cardemil, entre otros. Este sector en su intimidad aún consideran que el gobierno criminal que sustentaron está plenamente justificado, aunque frente a los medios, a la sociedad y sus hijos, digan, con la boca chueca, que eso era un hecho deleznable. Quizá se reconozca en Larraín, Labbé y Cardemil su sinceridad -o triste equivocación- al tácitamente justificar una de las dictaduras más criminales y horrendas del mundo. Pero no se puede intentar tapar el sol con un dedo, porque la verdad es que los chilenos soportaron durante 17 años a un gobierno compuestos por sádicos y criminales que encontraron un alero ideológico en la derecha, que les dio cobijo y una espuria estructura jurídica para seguir asesinando, torturando, exiliando, exonerando y hacer desaparecer a miles de compatriotas indefensos. Augusto Pinochet, Jaime Guzmán y Manuel Contreras conformaron la funesta trilogía que le dio vida a la dictadura en Chile.
Creo que la realidad superará la ficción, no obstante en este caso de la serie de TVN servirá un poco para que los chilenos se acerquen y conozcan el prontuario histórico que ha tenido la derecha en Chile. El cine es de mucha utilidad para acercarse, conocer y entender hechos de la Historia, no obstante que a veces se frivoliza por un afán comercial, que no es el caso de la serie "Los Archivos del Cardenal".
Muchos chilenos siquiera imaginan la brutalidad cobarde de la dictadura, las torturas a que fueron sometidos miles de compatriotas, pues nunca el tema se ha abierto a mostrarlo en televisión que es el medio con más llegada masiva. Sólo recuerdo que La Nación una vez publicó la forma en que cruelmente se torturaban a los chilenos, pero los otros medios... nada.
El teléfono, la parrilla, el submarino, simulacros de fusilamiento, el uso de perros para tener relaciones sexuales con mujeres, la introducción de ratones por tubos de pvc que conectaba a los genitales de los prisioneros, quemaduras con cigarrillos, hombres insistentemente violados por sus captores, el desprendimiento de uñas... en fin, una serie de formas crueles que se realizaron para someter la voluntad de los prisioneros durante la dictadura.
Muy pocos chilenos deben saber de la existencia de la "Escuelas de las América", lugar adonde fueron muchos miembros de las fuerzas armadas chilenas para aprender métodos de tortura. El más tristemente célebre alumno de esta escuela fue el "Mamo" Contreras.
La derecha ligada indisolublente al gobierno más cobarde y criminal de la historia de Chile, pretende que se produzca una amnesia y de este modo pasar piola de la sanción social, moral e histórica que se merecen. Ellos sabían positivamente que estaban faenando a miles de compatriotas, sin embargo guardaron un cobarde silencio cómplice.
En ese entonces cualquiera que quisiera saber de la realidad de lo que estaba pasando en Chile podía informarse a traves de radio Moscú o radio Magallanes -por supuesto que con mucho sigilo y en las noches porque se corría el riesgo se de ser encarcelado por el régimen- en el programa "Escucha Chile" que transmitían estas emisoras desde la Unión Soviética.
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