
“Efectivamente llegamos tarde a la concentración. Pedimos disculpas a los hinchas y a los compañeros. Es verdad que bebimos alcohol pero desmentimos lo que dijo Borghi, en el sentido que estábamos en muy malas condiciones”, comenzó leyendo Jean Beausejour.
Bueno era esperado que iban a mentir, pues a ellos en estos momentos les interesan sus respectivos clubes, y es a éstos es que está dirigida su mentirosa defensa. Esto es muy de nosotros, los chilenos, la de sostener una mentira a ultranza para zafar o salvarse. Si alguno de los futbolistas desafectado hubiese tenido un atisbo de honestidad, lo más probable que sus compañeros lo hubieran acallado diciéndole: "...pero cómo tan hueón...". Es nuestra idiosincrasia, o si no, fíjense a su alrededor. No tenemos la honestidad de los europeos, y lo que sí nos sobra es la mal llamada "viveza criolla".
Pero lo más insólito de la conferencia de los desafectados (Vidal -que lo llamó la Juventus- estuvo ausente, pero estaba adherido al tenor de la defensa) fue el ataque al Bichi Borghi: "Lamentamos que Borghi haga estas afirmaciones, siendo que él él se ha apartado de criterios profesionales durante el actual proceso, acusaron los futbolistas en el escrito. Éstos, de este modo, deslizan la idea de una falta de seriedad del actual técnico de la selección y, además, muestran una clara intención de desacreditarlo a como de lugar.
Ahora, específicamente, lo de Valdivia creo que es un caso casi patológico. Un tipo que se pone a orinar en un estadio de fútbol, en pleno match de un partido, con graderías llenas de público y centenares de cámaras de televisión observándolo; un tipo que sin empacho se masturba a través de internet frente a una menor de edad; un tipo que ha tenido infinitas faltas disciplinarias en la selección y en en los equipos en que ha militado; un tipo que acusó a un árbitro a través de las pantallas de televisión en pleno partido, señalando que lo iba a expulsar porque supuestamente la hija del arbitro -a ese entonces una niña que no tenía más de cinco años- se había enamorado de él; un tipo que con la sutileza de un elefante a engañado a su mujer; un tipo que ha pagado para ocultar sus torpezas y desaguisados... y en la mayoría de estos episodios ha mentido... entonces qué podemos esperar. Sin lugar a dudas que la credibilidad está más cercana a Borghi que al polémico jugador del Palmeiras.
Y lo curioso de esto es que los chilenos no habíamos atinado de esta conducta de ribetes megalómanos de Jorge Valdivia. Incluso se le eligió para una campaña publicitaria que incentivaba el consumo de leche en nuestro país. Es más, se ha exagerado su talento futbolístico, que no es tanto, como lo demostraron en Brasil, que se quejan de que sus mejores talentos están jugando en Europa y los que permanecen en el medio brasilero no alcanzan la altura de verdaderamente grandes, porque son muy jóvenes o son futbolistas casi jubilados que vienen de vuelta en su carrera. Por lo tanto, Valdivia, circunstancialmente tuvo alguna figuración, pero no tiene las dotes técnicas necesarias, ni la estructura ni la resistencia física para sobrellevar una carrera futbolística en Europa.
Muchas veces ocurre que por pragmatismo se dejan de lado las convicciones, los ideales, la disciplina, las sanciones, la amistad, la lealtad... en fin, se puede abandonar todo por un afán utilitarista, creyendo que esto es gratuito, pero a la larga siempre hay un costo que se paga. Quizás muchos estarán tentados a flexibilizar las sanciones que se aplicarán a los borrachos ex seleccionados; pero considero que no puede haber vuelta atrás en la decisión tomada, pues nuestro país no puede quedar expuesto a los caprichos, instintos y tentaciones de entes sin formación sólida y de una perenne inmadurez.
Creo que al Loco Valdivia hay que castigarlo de por vida, pues él es el foco infeccioso que ha contaminado al plantel. Hay que decirlo claramente: es un elemento nefasto para la convivencia y los fines del plantel. Marcelo Bielsa en gran parte de las clasificatorias al mundial de Sudáfrica prescindió de él y fuimos segundos a tan sólo un punto después de Brasil. De los demás, hay que analizar caso a caso pero no creo en un castigo perpetuo. En todo caso no son jugadores tan, tan, tan, espectaculares como algunos periodistas lo expresan. No son desequilibrantes. Son los llamados "patas duras" que tienen gran despliegue físico y eso los ha hecho tener algún grado de figuración en ligas europeas, pero están muy lejos de tener el talento de un Elías Figueroa, un Pato Yáñez, un Salas, un Chamaco, un Leonel, un Reinoso, un Alexis Sánchez. "Patas duras" o "picapiedras", Chile los produce a granel.
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