En el año 1999 irrumpió con gran poderío mediático y financiero como candidato presidencial Joaquín Lavín, fiel representante de la derecha, encarnando arquetípicamente la filosofía impuesta en dictadura con Pinochet como su máximo representante. Finalmente, en segunda vuelta presidencial, en el mes de enero del 2000, Ricardo Lagos (abanderado de la Concertación) obtuvo el 51,3% de los votos frente al 48,7% de Lavín, abanderado de la derecha, más preciso aún, el candidato de la UDI. Fue la competición presidencial en que la UDI estuvo más cerca de llegar al sueño fuertemente acariciado por este partido: acceder democráticamente al sillón presidencial. Esta ha sido la más grande frustación política del sector, pues Joaquín Lavín y la derecha en general lograron una gran adhesión, no sólo de sus tradicionales partidarios y simpatizantes caracterizados por ser de un segmento socioeconómico alto (los denominados ABC1), sino también lograron atraer a chilenos que históricamente en cierto modo han estado subordinados por la derecha, por la oligarquía, es decir, llegaron a captar el voto del "mundo popular", como dicen ellos.
Durante cerca de 20 años la Concertación ganó las presidenciales, y fue en la última elección presidencial que la derecha logró llegar a La Moneda, pero con un candidato que había votado por el "no" en el plebiscito, de padres democratacristianos y al que nunca le tuvieron confianza. En todo caso la derecha, la UDI en especial, se tapó las narices y apoyó con todo a Sebastián Piñera con tal de ganarle a la Concertación, que se veía desgastada y con variadas críticas de los chilenos que se sintieron decepcionados por poca voluntad política para realizar cambios al modelo económico vigente. Los 100 millones de dólares -se estima- que gastó Sebastián Piñera en la elección presidencial tuvieron resultados, pues el magnate chileno es hoy el actual presidente de la república. Logró el visto bueno de sus pares (el gran empresariado) y el apoyo de la UDI, y hasta pinochetistas -incluido Hermógenes Perez de Arce-, por lo menos, insinuaron un apoyo al actual mandatario. No obstante el dinero gastado -invertido diría un experto-, Piñera no hubiese logrado llegar a la primera magistratura sin el apoyo de la UDI, así como tampoco este sector sin Piñera habría llegado a instalarse en La Moneda. Los dos se necesitaron.
Pero eso ya ocurrió, y la actual relación entre el presidente Piñera y la UDI están mostrando claras fisuras, pues el gremialismo nunca se sintió identificado con las políticas que el actual gobierno ha desarrollado. Luis Larraín, del Instituto Libertad y Desarrollo, en su libro "El regreso del modelo", sostiene que el gobierno de Piñera no confía totalmente en el modelo, y que no existe la crisis de éste. Otro referente de la UDI, Cristián Larroulet ("Chile camino al desarrollo"), dice que actualmente no existen alternativas, que el actual modelo de desarrollo es el único viable. Pero el que remató al presidente Piñera fue Jovino Novoa con su libro "Con la fuerza de la libertad". Dice Novoa acerca del gobierno de Sebastián Piñera: "agravó la debilidad y la pérdida de identidad de la derecha"; "se trazó como un objetivo camuflarse con la competencia, absorber su discurso igualitario y estatista"; confunde el pragmatismo (...) con el entreguismo"; y acerca de la actitud del presidente en el tema Barrancones, lo liquida: "fue la primera gran desilusión". El senador Jovino Novoa sin ambages se distancia y ataca al gobierno de Sebastián Piñera.
Novoa también sostiene que la derecha y principalmente Piñera han apostado fervientemente por identificarse con la técnica, con la expertise, con el saber, olvidando que también debiera haber un relato que emocione y despierten la confianza.
En el libro de Novoa el prólogo está firmado por el exministro de Piñera y actual candidato presidencial Lourence Golborne, dejando claramente establecido el alejamiento del candidato con el presidente. La UDI desea llegar a la presidencia para dejar su verdadera identidad en un potencial gobierno, pues no quiere repetir un episodio más teniendo que decir sí a temas o ideas contrarias a su bases ideológicas. Y ven en Golborne una persona muy funcional para el proyecto de llegar a La Moneda. El candidato sería un soporte para conseguir ese fin, pues Golborne cuenta aún con un gran respaldo y simpatía de los chilenos. No importa que no haya tenido un pasado político y no sea el arquetipo de la UDI, no importa que sea agnóstico, no importa que no tenga contenido, no importa que un familiar suyo haya sido víctima de la dictadura, no importa que sea casado por segunda vez, no importa que siendo gerente general de Jumbo esta empresa haya efectuado prácticas anticonsumidores; lo que importa es que es una carta objetivamente viable para una competición presidencial y, en la eventualidad de ganarla, mucho más manejable que un Sebastián Piñera que a diferencia de Golborne buscó los votos de la UDI para llegar a la presidencia, y éstos, en un momento que al parece carecían de candidatos, tuvieron que resignarse aun acuerdo. Con Golborne es diferente, pues si bien es un winner y ha sido exitoso en el mundo empresarial, la UDI le puede haber abierto el apetito para logras más cosas. La UDI lo eligió.
Con Lourence Golborne se ve relativamente sencillo crear una imagen, un marco mental, que coincida con lo que quiere la UDI. Es decir, conjugar técnica (Golborne es ingeniero civil) con emoción, que es un aspecto por donde Golborne también puede explotar en su carrera presidencial.
La UDI quiere aprovechar el viento de cola que mantiene Golborne por el rescate de los mineros de Copiapó. En esa oportunidad el gobierno hizo una construcción ideológica a propósito del rescate de los mineros (construir una "frame" como llaman los gringos), o sea un marco mental. Recuerdan el "do it the chilean way": hacer las cosas a la chilena; pues bien, ese eslogan Piñera lo paseó hasta el hastío por todos lados, como ejemplo de la ejecución de un rescate de alta complejidad efectuado con eficiencia y eficacia. Hubo eficacia porque los recursos desplegados fueron ilimitados. En realidad se utilizó tecnología gringa de punta en un trabajo conjunto entre técnicos extranjeros y chilenos. En síntesis, lo que se quería instalar era la "frame" de que este gobierno era ejecutivo, eficiente, eficaz, experto, cercano, y el entonces ministro de minería Lourence Golborne era uno de los héroes (el otro era Piñera que por no tener el encanto de Golborne -incluido el caso Bielsa- rápidamente bajó en la aprobación de los chilenos) de ese magnánimo rescate. Golborne alcanzó un 91% de popularidad: efecto rescate de los 33 mineros.
También Golborne representa en cierta forma el prototipo de individuo o sociedad implícita en la filosofía de la UDI. Lo presentan como el tipo de clase media que se forjó solo, que venía de abajo, que con esfuerzo personal ha logrado el éxito, que de simple empleado llega a ser el gerente de Cencosud hasta lo que es ahora. Es decir, para nada necesitó al estado ni educación gratis ni cosas por el estilo que se demandan fuertemente hoy día por los chilenos, y de paso remarcar el indiviadualismo característico del modelo neoliberal.
Pero lo cierto que es que a este joven que le gustaba guitarrear, proveniente de una comuna que no se podría decir que es miserable, con una familia compuesta de seis hermanos que tenían una ferretería en Maipú y seguramente le daba sus buenas lucas para no tener penurias económicas, como las que han tenido o tienen la mayoría de los chilenos, lo van a usar como instrumento para llegar a La Moneda, solo eso.
El comando de Laurence Golborne acaba de lanzar un video de campaña presidencial en una suerte de biografía que causó mucho revuelo. Y creo que en la forma que se presenta no le hace un gran favor al candidato, pues Golborne termina siendo visto como una caricatura de si mismo. Lo que sí logró el video, fue que se hablara mucho del exgerente de Cencosud, pero quizás ese no era el objetivo principal, sino el introducir una imagen que logre captar la admiración y emoción de los chilenos.
SITIOS RELACIONADOS.
Golborne planifica reestructuración de campaña.
Bolsa de gatos en la derecha.
Jueves negro de Golborne.
Durante cerca de 20 años la Concertación ganó las presidenciales, y fue en la última elección presidencial que la derecha logró llegar a La Moneda, pero con un candidato que había votado por el "no" en el plebiscito, de padres democratacristianos y al que nunca le tuvieron confianza. En todo caso la derecha, la UDI en especial, se tapó las narices y apoyó con todo a Sebastián Piñera con tal de ganarle a la Concertación, que se veía desgastada y con variadas críticas de los chilenos que se sintieron decepcionados por poca voluntad política para realizar cambios al modelo económico vigente. Los 100 millones de dólares -se estima- que gastó Sebastián Piñera en la elección presidencial tuvieron resultados, pues el magnate chileno es hoy el actual presidente de la república. Logró el visto bueno de sus pares (el gran empresariado) y el apoyo de la UDI, y hasta pinochetistas -incluido Hermógenes Perez de Arce-, por lo menos, insinuaron un apoyo al actual mandatario. No obstante el dinero gastado -invertido diría un experto-, Piñera no hubiese logrado llegar a la primera magistratura sin el apoyo de la UDI, así como tampoco este sector sin Piñera habría llegado a instalarse en La Moneda. Los dos se necesitaron.
Pero eso ya ocurrió, y la actual relación entre el presidente Piñera y la UDI están mostrando claras fisuras, pues el gremialismo nunca se sintió identificado con las políticas que el actual gobierno ha desarrollado. Luis Larraín, del Instituto Libertad y Desarrollo, en su libro "El regreso del modelo", sostiene que el gobierno de Piñera no confía totalmente en el modelo, y que no existe la crisis de éste. Otro referente de la UDI, Cristián Larroulet ("Chile camino al desarrollo"), dice que actualmente no existen alternativas, que el actual modelo de desarrollo es el único viable. Pero el que remató al presidente Piñera fue Jovino Novoa con su libro "Con la fuerza de la libertad". Dice Novoa acerca del gobierno de Sebastián Piñera: "agravó la debilidad y la pérdida de identidad de la derecha"; "se trazó como un objetivo camuflarse con la competencia, absorber su discurso igualitario y estatista"; confunde el pragmatismo (...) con el entreguismo"; y acerca de la actitud del presidente en el tema Barrancones, lo liquida: "fue la primera gran desilusión". El senador Jovino Novoa sin ambages se distancia y ataca al gobierno de Sebastián Piñera.
Novoa también sostiene que la derecha y principalmente Piñera han apostado fervientemente por identificarse con la técnica, con la expertise, con el saber, olvidando que también debiera haber un relato que emocione y despierten la confianza.
En el libro de Novoa el prólogo está firmado por el exministro de Piñera y actual candidato presidencial Lourence Golborne, dejando claramente establecido el alejamiento del candidato con el presidente. La UDI desea llegar a la presidencia para dejar su verdadera identidad en un potencial gobierno, pues no quiere repetir un episodio más teniendo que decir sí a temas o ideas contrarias a su bases ideológicas. Y ven en Golborne una persona muy funcional para el proyecto de llegar a La Moneda. El candidato sería un soporte para conseguir ese fin, pues Golborne cuenta aún con un gran respaldo y simpatía de los chilenos. No importa que no haya tenido un pasado político y no sea el arquetipo de la UDI, no importa que sea agnóstico, no importa que no tenga contenido, no importa que un familiar suyo haya sido víctima de la dictadura, no importa que sea casado por segunda vez, no importa que siendo gerente general de Jumbo esta empresa haya efectuado prácticas anticonsumidores; lo que importa es que es una carta objetivamente viable para una competición presidencial y, en la eventualidad de ganarla, mucho más manejable que un Sebastián Piñera que a diferencia de Golborne buscó los votos de la UDI para llegar a la presidencia, y éstos, en un momento que al parece carecían de candidatos, tuvieron que resignarse aun acuerdo. Con Golborne es diferente, pues si bien es un winner y ha sido exitoso en el mundo empresarial, la UDI le puede haber abierto el apetito para logras más cosas. La UDI lo eligió.
Con Lourence Golborne se ve relativamente sencillo crear una imagen, un marco mental, que coincida con lo que quiere la UDI. Es decir, conjugar técnica (Golborne es ingeniero civil) con emoción, que es un aspecto por donde Golborne también puede explotar en su carrera presidencial.
La UDI quiere aprovechar el viento de cola que mantiene Golborne por el rescate de los mineros de Copiapó. En esa oportunidad el gobierno hizo una construcción ideológica a propósito del rescate de los mineros (construir una "frame" como llaman los gringos), o sea un marco mental. Recuerdan el "do it the chilean way": hacer las cosas a la chilena; pues bien, ese eslogan Piñera lo paseó hasta el hastío por todos lados, como ejemplo de la ejecución de un rescate de alta complejidad efectuado con eficiencia y eficacia. Hubo eficacia porque los recursos desplegados fueron ilimitados. En realidad se utilizó tecnología gringa de punta en un trabajo conjunto entre técnicos extranjeros y chilenos. En síntesis, lo que se quería instalar era la "frame" de que este gobierno era ejecutivo, eficiente, eficaz, experto, cercano, y el entonces ministro de minería Lourence Golborne era uno de los héroes (el otro era Piñera que por no tener el encanto de Golborne -incluido el caso Bielsa- rápidamente bajó en la aprobación de los chilenos) de ese magnánimo rescate. Golborne alcanzó un 91% de popularidad: efecto rescate de los 33 mineros.También Golborne representa en cierta forma el prototipo de individuo o sociedad implícita en la filosofía de la UDI. Lo presentan como el tipo de clase media que se forjó solo, que venía de abajo, que con esfuerzo personal ha logrado el éxito, que de simple empleado llega a ser el gerente de Cencosud hasta lo que es ahora. Es decir, para nada necesitó al estado ni educación gratis ni cosas por el estilo que se demandan fuertemente hoy día por los chilenos, y de paso remarcar el indiviadualismo característico del modelo neoliberal.
Pero lo cierto que es que a este joven que le gustaba guitarrear, proveniente de una comuna que no se podría decir que es miserable, con una familia compuesta de seis hermanos que tenían una ferretería en Maipú y seguramente le daba sus buenas lucas para no tener penurias económicas, como las que han tenido o tienen la mayoría de los chilenos, lo van a usar como instrumento para llegar a La Moneda, solo eso.
El comando de Laurence Golborne acaba de lanzar un video de campaña presidencial en una suerte de biografía que causó mucho revuelo. Y creo que en la forma que se presenta no le hace un gran favor al candidato, pues Golborne termina siendo visto como una caricatura de si mismo. Lo que sí logró el video, fue que se hablara mucho del exgerente de Cencosud, pero quizás ese no era el objetivo principal, sino el introducir una imagen que logre captar la admiración y emoción de los chilenos.
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