Hace unas semanas fue candente noticia que hizo arder las redes sociales las frases de la escritora bonaerense Carolina Aguirre en contra de la sicóloga chilena Pilar Sordo. Ésta, durante un programa televisivo de conversación que conduce Mirtha Legrand tuvo que escuchar un twitter de la autora del libro "Cita a ciegas" que inspiró el guión de "Soltera otra vez". Aguirre expresó: "...es reaccionaria, meteculpas, machista, homofóbica, que odia todo lo diferente. No es inofensiva. Es un peligro". La sicóloga chilena quedó sorprendida frente a la dureza de las frases y porque Sordo es muy querida en Argentina y ha tenido mucho éxito con la ventas de sus libros. Precisamente, su permanencia en Argentina por esos días estaba supeditada a la participación en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde la escritora chilena fue la que más éxito tuvo por el volumen de gente que generó su presencia.
A estas alturas los chilenos dan por sentado que la sicóloga es todo lo que se dijo, además que resulta de buen tono y da un aire de intelectualidad superior criticar el estilo simple -aunque no conozcan casi nada de las conferencias y de lo que ha escrito- de exponer de Pilar Sordo temas de su dominio profesional. Pero ese aire de superioridad no es más que la típica siutiquería rasca de algunos chilenos que se creen cool.
Pilar Sordo es cierto que es conservadora y machista; no cree que la familia tenga que ser una democracia donde los hijos impongan sus demandas liberales y los papás se transformen en "amiguis" de sus hijos, porque éstos requieren disciplina, voluntad, austeridad, sacrificio, responsabilidad, respeto a sus mayores... Para la sicóloga, los "bacanes" no son los que toman más licor ni tampoco las chiquillas que en cualquier fiesta se acuestan con cualquiera, sino los que estudian más y tienen una conducta más responsables de sus actos. Le da importancia a la familia y es machista porque rescata el carácter autoritario, protector y proveedor que ha tenido tradicionalmente el hombre chileno, pero no por la connotación negativa y violenta que también tiene el término. En otro sentido también habría que preguntarse ¿Qué tiene de malo que le diga a las mujeres que tienen que seducir a sus esposos, y éstos a sus mujeres? ¿Qué tiene de malo que diga que un calzón provocativo al momento de tener sexo es un condimento delicioso para el hombre? ¿Qué tiene de malo que le diga a las mujeres que tiene que sacar a la "puta" que llevan adentro cuando se trata de amar y estar en la cama?
Pilar Sordo es catalogada de conservadora y estimo que lo es en algunos temas; también, aunque la sicóloga lo ha negado como lo hace cuando se le estereotipa de conservadora, parece machista. Podríamos decir que convive en ella una biconceptualidad. Se le asoció en lo político a la derecha, porque el expresidente Piñera la invitó a participar de su gobierno, hecho que con buen tino la sicóloga rechazó. Y no creo que la exitosa escritora sea una momia recalcitrante y homofóbica. ¡No sé de dónde salió ese rótulo que Carolina Aguirre le espetó!
Lo que no soporta la sicóloga -entre otras conductas cotidiana de los chilenos- es el estúpido y desenfrenado consumismo que es simbolizado en los molles y en la incontinencia de comprar cualquier porquería tecnológica de moda. En este sentido Pilar Sordo no es como equivocadamente han pensado algunos que ella es poco menos que una especie de sicóloga del neoliberalismo expresado en nuestro país con la economía de mercado.
Los sicólogos dicen obviedades, los denominados lugares comunes, que tanto se le critica a la sicóloga en el desarrollo de sus textos; pero por lo mismo, por ser tan obvios, muchas veces pasan inadvertidas conductas que debiéramos asumir frente a los demás. Por ejemplo, el saludar al señor que se encarga de hacer el aseo, al portero, al recolector de basura..., es decir, sacarlos del anonimato con que se suele ver a estas personas. Señalar que muchas veces las cosas cotidianas traen satisfacción, como cuando uno se siente bien al disfrutar del té o el pan tostado o las roscas que preparó algún familiar.
En todo caso llamó la atención el vendaval de críticas chilenas que recibió Pilar Sordo después que la escritora argentina se refirió a ella en términos tan peyorativos. Parecía que los chilenos estaban ahogados y no se atrevían a decirle lo que la transandina le dijo vía twitter, porque el chileno en cierto sentido es hipócrita y no dice las cosas de frente de lo que piensa. También se produjo una suerte de repetición ociosa de frases en contra de Sordo para parecer que algo saben de la sicóloga que, querámoslo o no, esta de moda y es súper ventas no solo en Chile, sino que en gran parte de Sudamérica también, donde cada vez es más requerida para dar conferencias.
Y es que Pilar Sordo ha encontrado un modelo comercial -inofensivo desde mi perspectiva- para expresar en términos simples temas que son de su expertise. La sicóloga está ganando dinero y eso molesta. También dentro de sus pares es criticada por usar un estilo simple, y que Pilar Sordo se ha encargado cuidadosamente de hacerlo así, porque ella intenta llegar a todos los públicos, sin distinguir ningún nicho en especial.
La escritora y sicóloga chilena, además, es muy apetecida por las empresas para que vaya a dar charlas a los trabajadores, porque es entretenida y su mensaje no tiene tufillo contestatario que podría ser un estímulo de desobediencia para los empleados y romper la orgánica disciplinaria de una empresa. Su título profesional de sicóloga le da gran respaldo para decir cosas de sentido común o, también, señalar alguna opinión particular respecto del comportamiento humano. En esto último se le ha criticado porque lo sui géneris de sus investigaciones no tienen todo el rigor científico que sus pares o los críticos le exigen.
En todo caso parece que Pilar Sordo hay para rato y sus seguidores y los que la rechazan estarán expectante al próximo libro de Sordo.
Creo que se exageraron las críticas a la popular sicóloga que aunque a algunos les pese ha sabido vender, ganarse un espacio y ser atractiva también para la farándula televisiva.
A estas alturas los chilenos dan por sentado que la sicóloga es todo lo que se dijo, además que resulta de buen tono y da un aire de intelectualidad superior criticar el estilo simple -aunque no conozcan casi nada de las conferencias y de lo que ha escrito- de exponer de Pilar Sordo temas de su dominio profesional. Pero ese aire de superioridad no es más que la típica siutiquería rasca de algunos chilenos que se creen cool.
Pilar Sordo es cierto que es conservadora y machista; no cree que la familia tenga que ser una democracia donde los hijos impongan sus demandas liberales y los papás se transformen en "amiguis" de sus hijos, porque éstos requieren disciplina, voluntad, austeridad, sacrificio, responsabilidad, respeto a sus mayores... Para la sicóloga, los "bacanes" no son los que toman más licor ni tampoco las chiquillas que en cualquier fiesta se acuestan con cualquiera, sino los que estudian más y tienen una conducta más responsables de sus actos. Le da importancia a la familia y es machista porque rescata el carácter autoritario, protector y proveedor que ha tenido tradicionalmente el hombre chileno, pero no por la connotación negativa y violenta que también tiene el término. En otro sentido también habría que preguntarse ¿Qué tiene de malo que le diga a las mujeres que tienen que seducir a sus esposos, y éstos a sus mujeres? ¿Qué tiene de malo que diga que un calzón provocativo al momento de tener sexo es un condimento delicioso para el hombre? ¿Qué tiene de malo que le diga a las mujeres que tiene que sacar a la "puta" que llevan adentro cuando se trata de amar y estar en la cama?
Pilar Sordo es catalogada de conservadora y estimo que lo es en algunos temas; también, aunque la sicóloga lo ha negado como lo hace cuando se le estereotipa de conservadora, parece machista. Podríamos decir que convive en ella una biconceptualidad. Se le asoció en lo político a la derecha, porque el expresidente Piñera la invitó a participar de su gobierno, hecho que con buen tino la sicóloga rechazó. Y no creo que la exitosa escritora sea una momia recalcitrante y homofóbica. ¡No sé de dónde salió ese rótulo que Carolina Aguirre le espetó!
Lo que no soporta la sicóloga -entre otras conductas cotidiana de los chilenos- es el estúpido y desenfrenado consumismo que es simbolizado en los molles y en la incontinencia de comprar cualquier porquería tecnológica de moda. En este sentido Pilar Sordo no es como equivocadamente han pensado algunos que ella es poco menos que una especie de sicóloga del neoliberalismo expresado en nuestro país con la economía de mercado.
Los sicólogos dicen obviedades, los denominados lugares comunes, que tanto se le critica a la sicóloga en el desarrollo de sus textos; pero por lo mismo, por ser tan obvios, muchas veces pasan inadvertidas conductas que debiéramos asumir frente a los demás. Por ejemplo, el saludar al señor que se encarga de hacer el aseo, al portero, al recolector de basura..., es decir, sacarlos del anonimato con que se suele ver a estas personas. Señalar que muchas veces las cosas cotidianas traen satisfacción, como cuando uno se siente bien al disfrutar del té o el pan tostado o las roscas que preparó algún familiar.
En todo caso llamó la atención el vendaval de críticas chilenas que recibió Pilar Sordo después que la escritora argentina se refirió a ella en términos tan peyorativos. Parecía que los chilenos estaban ahogados y no se atrevían a decirle lo que la transandina le dijo vía twitter, porque el chileno en cierto sentido es hipócrita y no dice las cosas de frente de lo que piensa. También se produjo una suerte de repetición ociosa de frases en contra de Sordo para parecer que algo saben de la sicóloga que, querámoslo o no, esta de moda y es súper ventas no solo en Chile, sino que en gran parte de Sudamérica también, donde cada vez es más requerida para dar conferencias.
Y es que Pilar Sordo ha encontrado un modelo comercial -inofensivo desde mi perspectiva- para expresar en términos simples temas que son de su expertise. La sicóloga está ganando dinero y eso molesta. También dentro de sus pares es criticada por usar un estilo simple, y que Pilar Sordo se ha encargado cuidadosamente de hacerlo así, porque ella intenta llegar a todos los públicos, sin distinguir ningún nicho en especial.
La escritora y sicóloga chilena, además, es muy apetecida por las empresas para que vaya a dar charlas a los trabajadores, porque es entretenida y su mensaje no tiene tufillo contestatario que podría ser un estímulo de desobediencia para los empleados y romper la orgánica disciplinaria de una empresa. Su título profesional de sicóloga le da gran respaldo para decir cosas de sentido común o, también, señalar alguna opinión particular respecto del comportamiento humano. En esto último se le ha criticado porque lo sui géneris de sus investigaciones no tienen todo el rigor científico que sus pares o los críticos le exigen.
En todo caso parece que Pilar Sordo hay para rato y sus seguidores y los que la rechazan estarán expectante al próximo libro de Sordo.
Creo que se exageraron las críticas a la popular sicóloga que aunque a algunos les pese ha sabido vender, ganarse un espacio y ser atractiva también para la farándula televisiva.
Comentarios
sus propias miradas.
Rodrigo