Según el historiador de la antigüedad, Plutarco, el dictador de la República Romana, Cayo Julio César, reprobó a Pompeya (su mujer), a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún hecho indecoroso y que no le había sido infiel, pero afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechosa de infidelidad, porque no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. La expresión, con el tiempo, comenzó a aplicarse en todo caso en el que alguien es sospechoso de haber cometido alguna ilicitud, aún cuando no hubiera dudas respecto de su inocencia, en la forma "No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo".
En Chile, en el actual estado de cosas, en que lo que parece es lo que se está asentando como verdad mediática, sería mejor que los sospechosos sean reemplazados . La política trae beneficios para quienes la practican profesionalmente, pero también conlleva desventajas. Si un político hace algo que parece irregular, aunque en verdad sea lícito ese hecho, la opinión pública va a juzgar por lo que parece y no por lo que verdaderamente es. Es decir, a estas alturas, da lo mismo que sea verdad, error o mentira, alguna irregularidad o ilícito de algún político, lo que importa es lo que parece. Así de dura está la cosa, porque ellos mismos instalaron la desconfianza. Y lo malo que cuando esta sensación predomina en el ambiente, uno no sabe qué es qué, como dijo Shakespeare.
Las medidas anticorrupción anunciadas por la presidenta Michelle Bachelet son un oportunidad para que el mundo político se reivindique y la opinión pública sepa discriminar al sinvergüenza del honesto para que no paguen justos por pecadores.
TANGO CAMBALACHE, de Enrique Santos Discépolo, interpretado por Serrat: Cambalache
Otra versión: Julio Sosa, "el Varón del Tango"
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