
La alta tasa de contagios en la zonas mineras es la crónica de los contagios anunciados. Iquique, Calama, Antofagasta y Arica también, aparecen como las regiones con tasas de mayor Incidencia Actual de todo Chile; Se agrega, además, Rancagua, que también es un centro minero. La gran movilidad de faeneros entre regiones del norte minero, entre el norte y otras regiones del sur, implica una potencial cantidad de casos positivos asintomáticos que infinitamente pueden estar contagiando a otros en todo lo que son las zonas del norte minero. Quizás se requiera una suspensión temporal de faenas para neutralizar la constante movilidad de faeneros que van y vienen. Una cuarentena en bloque de las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, poniendo énfasis en la suspensión temporal de las faenas mineras, para neutralizar la excesiva movilidad de trabajadores faeneros que van y vienen desde las ciudad a faenas y viceversa, podría ser una medida efectiva para reducir la tasa de contagios y muertes. Esto se debió efectuar al principio de la pandemia, pero en ese momento no era funcional a la estrategia de entonces que era la apuesta de la "inmunidad de rebaño", que permite la producción a full, no obstante la pandemia sigue su curso contagiante, porque se esperaba un contagio de un 60% de la población, por lo menos, para alcanzar la mencionada inmunidad que propuso la dupla Mañalich-Piñera. Las jefaturas de las mineras sabían lo que venía, por eso dieron de baja a los mayores de 60 años, a los enfermos crónicos, o también se optó por el teletrabajo. Pero hoy se sabe que el corona virus puede atacar mortalmente a una persona de cualquier rango etario.
Los sindicatos de las mineras parece que no se dieron cuenta o no previeron el desastre que se venía y que ha significado la muerte de muchos compañeros. Los alcaldes tampoco sacaron la voz, y solo últimamente con desesperación piden medidas restrictivas a las autoridades -que están obsesionadas por mantener la producción que no afecte el PIB- para enfrentar la pandemia.
Calama tiene que "patalear" con fuerza y pedir medidas radicalmente restrictivas, lo que significa cerrar temporalmente las faenas mineras. El PIB podría circunstancialmente bajar, pero a su vez el precio del cobre se podría elevar. Pero mas allá de esa cuestión económica va a prevalecer la salud y vida, porque se podrían reducir los contagios y muertes, a su vez encontrar trazabilidad de los contagios que hoy está absolutamente perdida y se navega en la oscuridad como lo dijo el ex ministro Mañalich.
Hoy día ni siquiera estamos a fojas cero, sino que estamos bajo cero y se han perdido cerca de cinco meses por la irresponsabilidad e incompetencia de las autoridades. Hay que recordar que los muertos no producen, porque para producir hay que estar vivos.
Hoy día ni siquiera estamos a fojas cero, sino que estamos bajo cero y se han perdido cerca de cinco meses por la irresponsabilidad e incompetencia de las autoridades. Hay que recordar que los muertos no producen, porque para producir hay que estar vivos.
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