Sí, nuestra selección merece llegar aun más lejos en el mundial que se desarrolla en Sudáfrica. Por su fútbol ganoso, su generosidad en el derroche físico, su disposicion sin tacañería a recuperar el balón y a marcar al elenco contrario, su dinámica vertiginosa y también su belleza en el juego mostrado, que ha impresionado a los especialistas en esta competición.
Hace 48 años que Chile no conseguía un triunfo en un mundial, y ahora en Sudáfrica 2010, de la mano de Marcelo Bielsa, ha obtenido seis puntos con dos triunfos frente a Honduras y a Suiza. Con España no debimos haber perdido, pues la escuadra española no es el "cuco" al que gran parte de la prensa le había asignado -y parece que aún le asignan- como un seguro aspirante a llevarse el título mundial. Por fútbol Chile creo que es superior al elenco español. Si bien ésta es una selección bien trabajada, no creo que tenga las características necesarias para seguir insistiendo que es la mejor selección del mundo. España no es más que Argentina, que Holanda, que Alemania, que Uruguay, que Brasil, o que Paraguay. Y por cierto, que nuestra selección, sin la ansiedad y nerviosismo, y sin tener la visión equivocada al considerar a España mas de lo que realmente son, hubiese pasado a octavos de final en el primer lugar del grupo, y así evitar a un verdadero aspirante al título como lo es Brasil.
Los españoles jamás han sido buenos para el fútbol, no tienen talento. En 1982 organizaron un mundial y ni siquiera alcanzaron el cuarto lugar. Por lo menos Chile salió tercero cuando tuvimos el privilegio de ser sede del mundial de 1962.
No hay ningún futbolista español brillante en el mundo, que llame la atención, que sea distinto, ninguno, a pesar de que tienen la infraestructura y los recursos suficientes para desarrollar el fútbol y ser grandes productores de futbolistas, pero su materia prima es menguada en talento. Y esto llega a ser dramático, pues en el mundo no debe haber una país que le guste tanto el fútbol.
La Liga española es competitiva, pero por la gran cantidad de jugadores extranjeros. Históricamente España no alcanza los niveles de Brasil, Argentina, Italia, Alemania. Croatas, servios, rusos, holandeses, polacos uruguayos, paraguayos y futbolistas provenientes del continente sudafricano tienen muchas más condiciones técnicas, físicas y sicológicas que los españoles. En Chile, nuestros jugadores tienen mayor potencial que los ibéricos.
En todo caso, en estas instancias mundialeras, tenemos que estar preparados para enfrentar a cualquier rival. Al igual que en Francia 98, en el actual mundial nos tenemos que enfrentar a los brasileños, que tienen historia y talento avalados por cinco títulos mundiales.
Si Chile dasarrolla su juego que ha impresionado en este mundial, podemos dar la gran sorpresa y comenzar a equilibrar nuestra historia escasa en triunfos, que son necesarios para adquirir seguridad y una verdadera convicción ganadora, como la que tienen los mismos brasileños, o los argentinos y uruguayos.
Nuestra selección, en virtud a su juego ofensivo, se crea muchas oportunidades de gol, que por ansias y a lo mejor falta de clase, no convertimos. Pero si logramos quebrar la historia, aparecerá en nuestros gladiadores todo ese potencial futbolístico que los chilenos esperamos. Eso que en jerga futbolera se llama "clase" y "pachorra", necesarias para finiquitar y ganar.
¡Chilenos de corazón!... ceachei...chi... elee...e... ¡Viva Chile!
Hace 48 años que Chile no conseguía un triunfo en un mundial, y ahora en Sudáfrica 2010, de la mano de Marcelo Bielsa, ha obtenido seis puntos con dos triunfos frente a Honduras y a Suiza. Con España no debimos haber perdido, pues la escuadra española no es el "cuco" al que gran parte de la prensa le había asignado -y parece que aún le asignan- como un seguro aspirante a llevarse el título mundial. Por fútbol Chile creo que es superior al elenco español. Si bien ésta es una selección bien trabajada, no creo que tenga las características necesarias para seguir insistiendo que es la mejor selección del mundo. España no es más que Argentina, que Holanda, que Alemania, que Uruguay, que Brasil, o que Paraguay. Y por cierto, que nuestra selección, sin la ansiedad y nerviosismo, y sin tener la visión equivocada al considerar a España mas de lo que realmente son, hubiese pasado a octavos de final en el primer lugar del grupo, y así evitar a un verdadero aspirante al título como lo es Brasil.
Los españoles jamás han sido buenos para el fútbol, no tienen talento. En 1982 organizaron un mundial y ni siquiera alcanzaron el cuarto lugar. Por lo menos Chile salió tercero cuando tuvimos el privilegio de ser sede del mundial de 1962.
No hay ningún futbolista español brillante en el mundo, que llame la atención, que sea distinto, ninguno, a pesar de que tienen la infraestructura y los recursos suficientes para desarrollar el fútbol y ser grandes productores de futbolistas, pero su materia prima es menguada en talento. Y esto llega a ser dramático, pues en el mundo no debe haber una país que le guste tanto el fútbol.
La Liga española es competitiva, pero por la gran cantidad de jugadores extranjeros. Históricamente España no alcanza los niveles de Brasil, Argentina, Italia, Alemania. Croatas, servios, rusos, holandeses, polacos uruguayos, paraguayos y futbolistas provenientes del continente sudafricano tienen muchas más condiciones técnicas, físicas y sicológicas que los españoles. En Chile, nuestros jugadores tienen mayor potencial que los ibéricos.
En todo caso, en estas instancias mundialeras, tenemos que estar preparados para enfrentar a cualquier rival. Al igual que en Francia 98, en el actual mundial nos tenemos que enfrentar a los brasileños, que tienen historia y talento avalados por cinco títulos mundiales.
Si Chile dasarrolla su juego que ha impresionado en este mundial, podemos dar la gran sorpresa y comenzar a equilibrar nuestra historia escasa en triunfos, que son necesarios para adquirir seguridad y una verdadera convicción ganadora, como la que tienen los mismos brasileños, o los argentinos y uruguayos.
Nuestra selección, en virtud a su juego ofensivo, se crea muchas oportunidades de gol, que por ansias y a lo mejor falta de clase, no convertimos. Pero si logramos quebrar la historia, aparecerá en nuestros gladiadores todo ese potencial futbolístico que los chilenos esperamos. Eso que en jerga futbolera se llama "clase" y "pachorra", necesarias para finiquitar y ganar.
¡Chilenos de corazón!... ceachei...chi... elee...e... ¡Viva Chile!
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