Antes que ocurriera la tragedia en que murieron los reos en la cárcel de San Miguel escribí un artículo en relación a cómo la derecha conquistó votos de ciudadanos ingenuos o desinformados que cayeron en la trampa que se les puso a través de la "industria del miedo" y en la metáfora de la "puerta giratoria", que no tenía otra lectura que meterlos a todos en la cárcel.
Cualquier persona medianamente informada, sabe posítivamente que el tema delincuencia fue fue una estratagema electoral de la derecha para desacreditar al gobierno anterior haciéndolo aparecer como ineficaz en la lucha contra la delincuencia.
Cualquier persona puede ir a google y preguntar si Chile es un país seguro, o también escuchar lo que los extranjeros dicen de la seguridad en Chile. No digo que no exista la delincuencia, en todo el mundo la hay, pero la derecha manipuló mediáticamente el tema para sumar votos y engañar a los chilenos.
Lo que sucede es que el actual gobierno -y en ese entonces oposición a los gobiernos de la Concertación- apoyado por los medios que mayoritariamente controlan crearon una realidad, un marco, una "frame" (usando el lenguaje de George Lakoff) que publicitaba una supuesta eficacia en el tema de la delincuencia del futuro gobierno de Piñera, y por otro lado desacreditaba las medidas tomada por la Concertación al respecto, apareciendo ésta como como de "mano blanda" e incapaz, lo que obviamente era falso a juzgar por las evaluaciones científicas que indican que Chile es un país seguro para vivir y con una gran cantidad de reos en los centros penitenciarios.
No obstante la derecha confundió, engañó e hizo creer a los chilenos que en nuestro país la delincuencia estaba desbordada y que los salvadores de esta realidad inventada era un gobierno de derecha. Se decía que a los delincuente se les iba a acabar el recreo, de la "puerta giratoria", se asoció al presidente Frei como un supuesto protector de los narcotraficantes... en fin, una serie de frases falsas que no concordaban con la realidad. Pero ahora se evidencia la falacia de la derecha en este tema.
Los chilenos, ahora con asombro y sorpresa, constatan que nuestro país es el que más personas tiene encarceladas en proporción a sus habitantes, transformándonos en líderes en Latinoamérica al respecto. En cierto modo este ranking no era muy difundido por la prensa controlada por la derecha, pues esa omisión era funcional a los propósitos del sector en la campaña de la famosa "puerta giratoria".
Pero las cifras son reveladoras: el año 2004 había en Chile 229 personas recluidas por cada cien mil habitantes, seis años después esa cifra alcanza a 315 personas por cada cien mil habitantes. Así las cosas, no es raro que, a pesar de haberse aumentado la superficie carcelaria, nuestro país tenga el peor índice de hacinamiento de Latinoamérica: un 98.1%, según datos del Centro de Justicia de las Américas (en tanto ese mismo índice alcanza a 30% en Argentina o México).
El profesor y columnista de El Mercurio (12/12/10), Carlos Peña, con certeza escribió lo siguiente: "No hay que echarse tierra a los ojos: en los últimos veinte años se puso el mismo empeño en construir cárceles que en llenarlas y todo ello por fidelidad a un prejuicio que comenzó a esparcir la derecha y que la Concertación hizo suyo sin el menor escrutinio crítico: que los delincuentes son los otros y que no les debemos nada.
Toda sociedad tiene sus miedos y sus extraños a los que erige en enemigos, y toda sociedad tiene sus utopías, sus ideas fantasiosas acerca de lo que es, finalmente, deseable; pero entre nosotros, a falta de utopías más dignas, la izquierda y la derecha comenzaron a esparcir la utopía estúpida de un mundo sin delitos".
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