El actual gobierno, que fue oposición durante 20 años, cimentó su triunfo presidencial apoyando a Sebastián Piñera a través del contrafactual de que sí llegaren a La Moneda todos los males de Chile desaparecerían, pues ellos eran los eficientes, impolutos, expertos, los mejores... que vendrían a remplazar a los ladrones, ineficientes e inexpertos de la Concertación que tenían al país en el desastre. Pues bien, llegaron a la Presidencia embaucando a gran parte del país, especialmente a los desinteresados, desinformados e ignorantes de la política. Y ya transcurridos dos años de que la derecha volvió por vía democrática al gobierno, los ciudadanos han podido evaluar positivamente que este gobierno no es más que el anterior, incluso se podría decir que ha sido un fiasco, un bodrio, un remedo de lo que en la publicidad presidencial anunciaron.
Ahora, como salvavidas para esconder su inoperancia gubernativa y de paso crear un marco propagandístico en contra de la presidenta Bachelet, se recurre al desastre del 27-F escarbando cualquier opinión, registro, información en pos de desacreditar al gobierno precedente y, especialmente, a la presidenta Michelle Bachelet. Se intenta acusar de cuasidelito de homicidio a la ex mandataria, sabiendo que en el contexto de lo ocurrido en el terremoto y tsunami del 27-F del 2010 no la transforma en responsable jurídica de la muerte de 125 personas ocurridas con ocasión de dicho desastre. Incluso el senador de la UDI, Victor Pérez, fue categórico y dijo: "La Concertación provocó la muerte de 125 personas tras el tsunami". Lo que intenta la derecha es dejar establecido en la opinión pública algún tipo de responsabilidad de Bachelet, sus ministros, su gobierno y la Concertación por los hechos ocurridos durante y después de la tragedia. Si los hubiere, tendrían que ser asumidos, pero no se trata de escudriñar en el caso sólo por un afán politiquero y tratar de conseguir votitos para ganar una eventual elección o mejorar la popularidad del gobierno actual y como contrapartida desprestigiar al antecesor.
El actual gobierno tiene la ventaja de controlar o de contar con la simpatía de la mayoría de los medios de comunicación, que servirá -sin duda- para mantener el tema en el tapete noticioso el tiempo que sea necesario en función de ayudar al sector político que representan en las potenciales encuestas y elecciones que se avecinan.
Poniéndose politiquero, se podría decir, usando el contrafactual... afortunadamente no estaba en el comando político del país el actual gobierno durante el 27-F, sino la inoperancia hubiere sido el quíntuple.
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