
Nuestro país tiene un serio déficit al respecto, pues no somos productores de petróleo, lo que encarece los costos de producción e incide en el PIB, y ni hablar de cómo afecta el bolsillo de los automovilistas chilenos el precio de los combustibles.
En los gobiernos de la Concertación y en el actual se han levantado voces de protestas en contra del impuesto que se paga por el combustible en los centro de distribución de éstos, conocidos como las "bombas " bencineras. Este impuesto existe desde abril de 1986, después que se acordó que era necesario para la reparación de la infraestructura pública destruida por el terremoto de 1985. Se estableció que este impuesto lo deben pagar todos los vehículos motorizados que transiten por calles, caminos, carreteras y vías públicas en general del país (artículo nº 1 Ley 18502 Ley de Hacienda).
Actualmente para las gasolinas es de 6 UTM por metro cúbico. Es decir, $236.238.- por mil litros si se considera que la UTM de febrero de 2012 equivale a $39.373.- En términos más prácticos, por cada litro de gasolina que cargamos se paga $236,24.- sólo por concepto de impuesto específico, sin considerar el IVA. En el caso del diesel (1.5 UTM por metro cúbico), por cada litro se paga en impuesto específico $59,06.-
En 2010, el impuesto específico (IE) significó ingresos para el Fisco superiores a los US$1.800 millones, equivalente a un 5,5% del total de la recaudación tributaria. Este impuesto -hay que decirlo- es pagado sólo por el 25% de los consumidores de petróleo; es decir, la mayor recaudación proviene de los usuarios que cargan gasolinas, fundamentalmente automovilistas comunes y corriente como usted.
La ley dice que este impuesto es aplicable a los vehículos motorizados que transiten, o sea , lo que está rodando como un automóvil, por lo que no estarían afectos empresa como las termoeléctricas por ejemplo. Además, "el IVA que pagan las empresas por la compra del diesel, que es el combustible que utiliza el transporte más pesado, si tienen contabilidad completa, tienen la posibilidad de descontar del IVA lo que pagaron de impuesto específico. Por lo tanto, esas personas ya cuentan con el beneficio. No es del 100 por ciento, pero cubre una necesidad muy alta. Las más pequeñas pueden rebajar hasta en un 80 por ciento lo que gastaron en impuesto al diesel", según lo afirmado por el doctor en economía Alejandro Micco".
En todo caso el 60% del (IE) lo paga el quintil más rico del país (el 20% más pudiente), mientras que el 75% de los hogares más pobres ni siquiera poseen automóviles. En jerga de los economista se le llama un impuesto progresivo. Además, mirado desde otra perspectiva, no es un gasto al vacío, sino un costo que compensa beneficios sociales presentes o futuros a los mismos ciudadanos contribuyente. Porque los impuestos sirven para eso, y si bien el (IE) surgió con el pretexto de la restauración de la infraestructura dañada por el terremoto de 1985, convencionalmente la recaudación tributaria en Chile va a una especie de "fondo común" que se utiliza para financiar el gasto público. La excepción la constituye el royalty minero, cuya recaudación tiene un destino específico.
Respecto de este tema -que ya he escrito anteriormente- he variado un poco mi posición, pues antes consideraba que este impuesto no se debía suprimir y ni siquiera rebajarlo para los automovilistas en general, y sólo consideraba una exención para taxistas, colectiveros, transportes escolar y fleteros. Ahora creo que debería haber una revisión, no para suprimirlo sino para una rebaja, y en otro sentido para la aplicación a los consumidores de combustibles que no están afectos al (IE). Asimismo, una revisión al porcentaje de devolución de lo que se paga por el impuesto a los consumidores del diesel.
La recaudación de este impuesto no es menor, por lo que es importante para el Fisco su aplicación. Además, es un impuesto de muy fácil recaudación y con cero posibilidad de eludirlo.
Los gobiernos no sólo deben atender a cuestiones técnicas cuando deciden políticas, sino también considerar otras aristas que tienen que ver con un desahogo financiero de los ciudadanos sin que ello implique una medida populista que desequilibre las finanzas públicas. Si bien es cierto que rebajar el (IE) podría considerarse populista, no es menos cierto que las arcas actuales del país permiten buscar mecanismos tributarios para compensar dicha rebaja.
Los hermanos Parisi -los dos doctores en finanzas- a través de programas de televisión han sido fundamentales al exponer el tema de no sólo del impuesto a los combustibles, sino de una gran cantidad de temas que están afectando a los chilenos y de los cuales no nos habíamos dado cuenta, como el caso de que por años los bancos nos han esquilmado con las tasa de interés por los créditos otorgados. Incluso ellos son bastante radicales, pues sostienen una eliminación del (IE), considerando que Chile actualmente está "forrado". Ahora son varios los expertos que sostienen lo mismo o una revisión del tributo.
Quizás, cuando comience el año, en marzo, porque en Chile el año no comienza en enero, se desate nuevamente una ola de protestas al respecto si las autoridades no proponen un paliativo a este tema.
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