El que nació honrado va morir así... los otros, en cada oportunidad de sus vidas van a aprovechar el momento que le ofrece el destino para hacer gala de su" habilidad" y "carepalismo" -para robar- y asegurarse un futuro económico que todos deseamos. Y muchos admiran estas "maniobras" que hacen muchos sujetos para granjearse una vida cómoda, relajada, sin los problemas de no tener como satisfacer los deseos y necesidades en cada una de las etapas de nuestras vidas, pero a través de medios ilícitos. Es que hay que decirlo: el dinero es muy bueno; y el que no nació honesto, inexorablemente va a robar, aunque dé la apariencia de ser honrado. Y ahí surge la clásica expresión: "la supo hacer"... bueno hasta que los pillan; pero después vienen los abogados, que los defienden de algunos tropiezos que los desacreditan y los preocupan un poco... total ya están forrados en dólares y eso sí que les interesa. Lo demás es un costo que el sinvergüenza asume cuando se decide a robar.
Esto no tiene nada que ver con 20 años de gobierno de la Concertación como algunos tontitos andan vociferando por ahí. Ladrones existen en todos lados y en todas las épocas, y no como ha intentado hacer creer la derecha que los únicos corruptos son los de la Concertación.
Es cosa de mirar el mundo, la historia reciente en dictadura, los clubes deportivos, las FFAA, comunidades religiosas, grupos de pobladores...en fin podría estar todo el día citando personas de los más deferentes ámbitos que sucumben a la tentación y terminan llenándose los bolsillos con el dinero de los demás con las trampas, "habilidades" y pachorra propias de los ladrones.
Si bien los presidenciables no han sido todo lo enfáticos para hablar de la corrupción en Chile, la derecha se ha enjuagado la boca con este tema, especialmente desde que Andrés Allamand publicó el libro donde planteaba su tesis del "desalojo".
El problema es que el tema de la corrupción no es político -que se ha usado" politiqueramente" cuando perjudica al bando contrario, pero se guarda silencio cuando afecta a los suyos- sino que tiene que ver con un transfondo cultural en el que inflluye la formación básica que han tenido las personas, y quizás, el tema vaya hacia la naturaleza misma de algunos individuos que latentemente son proclives a actos de corrupción.
Cómo podría hablar Piñera de corrupción si en su vida pública político-empresarial ha cometido tantos errores; por citar algunos: caso de la radio Kioto y Matthei, caso del uso de información privilegiada para - sobreseguro- comprar acciones y, el último, el caso de LanCargo en EEUU en que se comprobó la colusión para manejar los precios con otras líneas aéreas.
Así nomás de simple el tema: los honestos y los sinvergüenzas. Es una lucha eterna en que lamentablente los honestos -por su naturaleza- deciden alejarse y son los sinvergüenzas, muchas veces en apariencias de buenos, los que se hacen cargo de comandos sociales, políticos, gremiales, deportivos...etc.
La denuncia y la investigación judicial tienen que ser las armas para derrotar a esta plaga que se nutre de todos lados.
Esto no tiene nada que ver con 20 años de gobierno de la Concertación como algunos tontitos andan vociferando por ahí. Ladrones existen en todos lados y en todas las épocas, y no como ha intentado hacer creer la derecha que los únicos corruptos son los de la Concertación.
Es cosa de mirar el mundo, la historia reciente en dictadura, los clubes deportivos, las FFAA, comunidades religiosas, grupos de pobladores...en fin podría estar todo el día citando personas de los más deferentes ámbitos que sucumben a la tentación y terminan llenándose los bolsillos con el dinero de los demás con las trampas, "habilidades" y pachorra propias de los ladrones.
Si bien los presidenciables no han sido todo lo enfáticos para hablar de la corrupción en Chile, la derecha se ha enjuagado la boca con este tema, especialmente desde que Andrés Allamand publicó el libro donde planteaba su tesis del "desalojo".
El problema es que el tema de la corrupción no es político -que se ha usado" politiqueramente" cuando perjudica al bando contrario, pero se guarda silencio cuando afecta a los suyos- sino que tiene que ver con un transfondo cultural en el que inflluye la formación básica que han tenido las personas, y quizás, el tema vaya hacia la naturaleza misma de algunos individuos que latentemente son proclives a actos de corrupción.
Cómo podría hablar Piñera de corrupción si en su vida pública político-empresarial ha cometido tantos errores; por citar algunos: caso de la radio Kioto y Matthei, caso del uso de información privilegiada para - sobreseguro- comprar acciones y, el último, el caso de LanCargo en EEUU en que se comprobó la colusión para manejar los precios con otras líneas aéreas.
Así nomás de simple el tema: los honestos y los sinvergüenzas. Es una lucha eterna en que lamentablente los honestos -por su naturaleza- deciden alejarse y son los sinvergüenzas, muchas veces en apariencias de buenos, los que se hacen cargo de comandos sociales, políticos, gremiales, deportivos...etc.
La denuncia y la investigación judicial tienen que ser las armas para derrotar a esta plaga que se nutre de todos lados.
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