Cada vez que puedo hago un repaso, a través de internet, por la prensa de mi querida ciudad de Arica. Resido actualmente en la ciudad de Calama, pero me trato de informar de la contingencia de mi ciudad natal. Y en uno de esos constantes repasos a la prensa me encontré con la editorial del diario "La Estrella de Arica" del domingo 8 de marzo de 2009, que hacía referencia a las tarifas de la locomoción colectiva versus el descenso de los precios de los combustibles. La editorial del diario era de una rotunda lógica, pues señalaba que ante el descenso en el precio de los combustibles era atendible también una baja en las tarifas. Sin embargo, a mi entender, el dicho planteamiento no era consecuente cuando el fenómeno ocurrió a la inversa; es decir, alzas de combustibles versus tarifas fijas que en el fondo terminaban siendo un subsidio para los usuarios del transporte público y un desastre económico para los choferes y propietarios de esos medios.
También se hacía referencia a la situación de otras ciudades (Antofagasta y Valparaíso) que experimentaban las beneficiosas consecuencias de las rebajas de tarifas por parte del transporte público. En Calama, también se manifestó un cambio a la baja de la tarifas de microbuses y taxis colectivos, pero su vigencia fue efímera, pues se especula y avizora que nuevamente los precios de los combustibles volverán a subir. Hoy el pasaje en taxi colectivo en Calama es de $500.-, las "liebres" aún mantienen una tarifa de "promoción" -se le da ese nombre para justificar la rebaja de tarifa- en $300.-, pero se prevé que pronto volverán a la tarifa normal de $400.- A veces desde la distancia cuesta saber las razones que expliquen la situación de las ciudades de Antofagasta y Valparaíso, que la editorial del diario "La estrella de Arica" ponía como ejemplo a seguir por el transporte público de la ciudad de Arica.
En Arica han ocurrido dramáticas e inútiles guerras tarifarias que han dejado una lección, creo, en los propietarios de los medios de transportes. Esto lo sé porque he estado ligado desde hace tiempo a la actividad de taxista en Arica. Así es que no creo adecuado estimular ni presionar para para una posible rebaja en las tarifas, que eventualmente podría tentar a algunas líneas de colectivos o micros a adoptar esa medida que podría generar consecuencias nefastas en el gremio del transporte público.
Hay que considerar, no obstante los actuales precios de los combustibles, que los medios de transportes también en sus operaciones tienen que considerar lo que en economía se llama "punto de equilibrio", es decir, el punto en que la suma de los costos y gastos igualan los ingresos. esta situación ha sido difícil de sobrellevar en el transporte, porque los precios internacionales del crudo han tenido muchas veces un alza exponencial que implican un alto precio del insumo principal (combustibles derivados del petróleo) de los medios de locomoción colectiva.
La lógica que se quiere o quería aplicar por la eventual baja en los precios de los combustibles no se aplicó cuando el fenómeno ocurrió al revés, o por lo menos por mucho tiempo se mantuvo tarifas nominales fijas que por el alza semanal del petróleo se transformaban en periódicas rebajas de tarifas reales. Lo más adecuado en estos momentos es mantener las tarifas y evitar guerras tarifarias en el gremio del transporte. Hay que tener en cuenta que se estima para los próximos meses un aumento de casi $90.- por efecto de la aplicación del impuesto específico a los combustibles, además, del restablecimiento que podría tener el precio del crudo en el ámbito internacional y a las fluctuaciones del dólar.
También se hacía referencia a la situación de otras ciudades (Antofagasta y Valparaíso) que experimentaban las beneficiosas consecuencias de las rebajas de tarifas por parte del transporte público. En Calama, también se manifestó un cambio a la baja de la tarifas de microbuses y taxis colectivos, pero su vigencia fue efímera, pues se especula y avizora que nuevamente los precios de los combustibles volverán a subir. Hoy el pasaje en taxi colectivo en Calama es de $500.-, las "liebres" aún mantienen una tarifa de "promoción" -se le da ese nombre para justificar la rebaja de tarifa- en $300.-, pero se prevé que pronto volverán a la tarifa normal de $400.- A veces desde la distancia cuesta saber las razones que expliquen la situación de las ciudades de Antofagasta y Valparaíso, que la editorial del diario "La estrella de Arica" ponía como ejemplo a seguir por el transporte público de la ciudad de Arica.
En Arica han ocurrido dramáticas e inútiles guerras tarifarias que han dejado una lección, creo, en los propietarios de los medios de transportes. Esto lo sé porque he estado ligado desde hace tiempo a la actividad de taxista en Arica. Así es que no creo adecuado estimular ni presionar para para una posible rebaja en las tarifas, que eventualmente podría tentar a algunas líneas de colectivos o micros a adoptar esa medida que podría generar consecuencias nefastas en el gremio del transporte público.
Hay que considerar, no obstante los actuales precios de los combustibles, que los medios de transportes también en sus operaciones tienen que considerar lo que en economía se llama "punto de equilibrio", es decir, el punto en que la suma de los costos y gastos igualan los ingresos. esta situación ha sido difícil de sobrellevar en el transporte, porque los precios internacionales del crudo han tenido muchas veces un alza exponencial que implican un alto precio del insumo principal (combustibles derivados del petróleo) de los medios de locomoción colectiva.
La lógica que se quiere o quería aplicar por la eventual baja en los precios de los combustibles no se aplicó cuando el fenómeno ocurrió al revés, o por lo menos por mucho tiempo se mantuvo tarifas nominales fijas que por el alza semanal del petróleo se transformaban en periódicas rebajas de tarifas reales. Lo más adecuado en estos momentos es mantener las tarifas y evitar guerras tarifarias en el gremio del transporte. Hay que tener en cuenta que se estima para los próximos meses un aumento de casi $90.- por efecto de la aplicación del impuesto específico a los combustibles, además, del restablecimiento que podría tener el precio del crudo en el ámbito internacional y a las fluctuaciones del dólar.
Comentarios