
Puede que el debate presidencial recientemente realizado por TVN sea el único que se realice por televisión, pues en el comando de Piñera a estas alturas ya debe haber evaluado la desastrosa participación que tuvo su abanderado en dicho certamen que mostró a los cuatro candidatos que quedan en carrera para el sillón presidencial.
Piñera damasiado nervioso, preso de cliché y frases hechas y repetidas hasta el hastío. La imagen que proyectó fue patética, parecía una mezcla entre mimo (por el excesivo maquillaje) con la de un boxeador acabado que repetía mecánicamente un discurso.
Se mandó frases que en boca de él parecieron ridículas, causando la hilaridad de las fuerzas progresistas y demócratas y bochorno en la coalición de derecha. Decir que va a crear un Sernac financiero, en circunstancias que él fue sancionado por violar la ley de Mercado de Valores al no abstenerse de comprar acciones de Lan por tener información privilegiada; decir que va a detener el abuso en el sistema bancario, siendo que él proviene de ese mundo y éste con seguridad le dará el voto; decir que los empresarios deben respetar los derechos de los trabajadores, siendo que cuando fue senador se negó a legislar en favor de leyes laborales. En fin, sería como aceptar que el "diablo venda cruces". A lo mejor Piñera cambió, pero cuesta creerle
El misil que le envió Frei caló hondo, a propósito del informe de Transparencia Internacional que en el capítulo chileno menciona la falta grave que cometió Piñera al tener información privilegiada y no abstenerse de comprar las acciones en Lan. Prácticamente le dijo que no se podía dejar al "gato cuidando la carnicería".
Para algunos, Chile está condenado a seguir profundizando los errores, las desigualdades que caracterizan el devenir del Chile actual, reproduciendo infinitamente el statu quo con políticos como salidos de una fábrica: todos iguales. Y el único que dijo "algo", pues plantea con claridad y honestidad una propuesta que remeció el corazón de los chilenos de a pie, es Jorge Arrate. Claro, para las élites, para la derecha, para los acomodados, para los que creen que el mundo termina en su ámbito, para los que creen que lo natural es seguir soportando el modelo y que ahí se acaba el mundo, para éstos la propuesta de Jorge Arrate es irreal y algunos vociferan que está pasada de moda, todo lo contrario, hoy el mundo se encamina a una visión más progresista y los chilenos tienen claro lo que dijo Arrate en el debate: "en Chile existe una salud para ricos y una salud para pobres", claro como el agua. Se infiere lo mismo en educación. Los señores élites y conservadores, encerrados en sus cómodas oficinas, es difícil que puedan vivenciar el mundo de los chilenos comunes y corrientes que se identifican con el espíritu que proyecta el candidato orgullosamente izquierdista Jorge Arrate. Como se dice en el fútbol, a la elite le falta camarín.
Por eso que muchos encontraron malo el debate, porque en igualdad de condiciones sus candidatos mostraron lo mismo, en contrapartida el candidato excluido, que en la hora y media que duró el dicho evento logró llegar al corazón de los chilenos con respeto, con humor, con conocimiento de los temas, diciendo lo que piensa y hablando desde los valores. Y en definitiva, creo que fue el que mejor aprovechó esa instancia y fue el ganador. Arrate y la visión de izquierda ha sido excluida no sólo del parlamento, sino también en el acceso a los medios y esa es una evidente desventaja del candidato del Juntos Podemos.
En relación a MEO, creo que estuvo bien, aunque se tenían mejores espectativas. Se vio mal maquillado, aunque no en el grado en que estaba Piñera. Ha mejorado ostensiblemente su dicción; ahora se le entiende más lo que habla. El formato del debate no le favorecía, pues tenía que resumir un discurso que necesariamente requiere más detalles en su formulación y, además, Marco es una persona que casi siempre entrega respuestas largas. Uno de sus méritos es que señala sin ambages que Chile requiere una reforma tributaria, de lo contrario cualquier cambio en salud y educación no serán posibles. En esto tiene que ser más categórico.
Durante todo el debate no se pasó la mano por el pelo, un tic muy frecuente en MEO. Creo que abusó un poco de entregar cifras, que son importantes, pero que un debate es más efectivo plantear las ideas fuerzas, porque al final eso es lo que queda en la gente. De ahí que muchas veces Marco aparecía como que estaba leyendo sus planteamientos que reforzaba con datos y porcentajes.
Eduardo Frei se notó tranquilo, sabedor que es un hombre con experiencia en estas lides. Los discursos, debates y foros no son su fuerte, así que sus partidarios no se forjaron grandes espectativas respecto de su participación. Puso en el tapete el desaguisado que cometió Piñera al comprar las acciones de Lan y por cual tuvo que pagar una multa. No creo que esto haya sido un golpe bajo, ni guerra sucia, ni bajeza como histéricamente lo ha planteado Piñera y la derecha. Es más Piñera aún niega los hechos y trata de mentiroso a Frei. Es parte de lo que un candidato tiene que aclarar, mas si su intención es ser presidente de Chile.
En las próximas instancias va a tener que enfrentar las interrogantes de MEO, y no ignorarlo como lo hizo en el debate.
Comentarios