Se veía venir lo que ha ocurrido con "La Roja". Desde luego muchos ahora encontrarán respuesta a de por qué Marcelo Bielsa era reticente a nominar al "Mago" Valdivia a la selección. Sin duda que no era por un capricho -como algunos tarados vociferaron- del ex técnico de la selección nacional, sino por la convicción del rosarino, nacida de la filosofía que intentó imponer en el medio futbolístico chilerno, que un buen futbolista no sólo es quien tenga condiciones físicas y técnicas, sino también es algo que tiene que ver con la madurez como parte de la formación integral -fundamental a la hora de decidirse por la convocatoria a la selección de un futbolista. Y si alguno no toleraba la filosofía del rosarino, éste no se calentaba la cabeza y no lo convocaba más, a menos que demostrara la intención de someterse a la filosofía Bielsa.
El "Mago" Valdivia encarna lo que ha Bielsa no le gustaba. Este futbolista recurrentemente aparece vinculado a escándalos faranduleros y cuando no a estupideces en las concentraciones previas o posteriores a un encuentro futbolístico o alguna competición. Las más recordadas son las de Puerto Ordaz y la pornográfica sesión que le ofreció a la Angie Alvarado a través de internet. El "Mago" al parecer no se sacia, pues antes del encuentro con Argentina en el inicio de las clasificatorias al mundial de Brasil en 1914, nuevamente hace noticia de su perenne inmadurez.
A Valdivia ya lo analizaron en Brasil, país donde juega actualmente. Parte de la prensa ha señalado que si bien el seleccionado chileno tiene talento y en un momento dado tuvo una perfomance destacada en el medio brasilero, su rendimiento obedece a que en estos momentos los mejores futbolistas brasileños se encuentran jugando en Europa, y los que están en Brasil son jugadores que recién se están iniciando o vienen ya de haber triunfado notoriamente en Europa pero que su rendimiento va en una etapa de decrecimiento, o bien no se exigen ni para estar en el óptimo físico ni futbolístico. En este contexto el "Mago" pudo sobresalir y circunstancialmente ser destacado en el medio del país de las garotas y el samba. Pero su talento no alcanza para llegar o brillar en el medio europeo como Italia, por ejemplo. Nunca se ha sabido del interés -por el futbolista chileno- de un equipo europeo que milite en las ligas italiana, inglesa, alemana, ni siquiera en la española que no tiene la misma rudeza que las otras ligas. La prensa brasileña ha dicho que Valdivia no tiene el físico suficiente que necesita el futbolista moderno para sobrellevar la intensidad y marcación a que se someten los futbolistas hábiles contra sus eventuales contrincantes. Además, es un futbolista que potencialmente pone en riesgo a su equipo porque es muy fácil que lo expulsen al retrucar alguna provocación de los jugadores contrarios. Actualmente los futbolistas analizan estos aspectos de sus adversarios, y los más inteligentes saben sacar provecho de los tipos como Valdivia.
Marcelo Bielsa sabía muy bien los riesgos que significaba tener al "Mago" Valdivia como integrante de la selección. Finalmente lo convocó, pero era muy cuidadoso en la influencia negativa que potencialmente podría haber tenido en sus compañeros, pues el "Mago" es un líder, pero de una tendencia nociva para el grupo por su inmadurez y la atracción por la juerga.
Los chilenos nunca hemos sido destacados para el futbol. No tenemos títulos. Tampoco actualmente tenemos individualidades desequilibrantes como un "Pato" Yáñez, un Elías Figueroa, un "Chamaco", un Leonel Sánchez, un Salas, o un Reinoso. Quizás los únicos que podrían entrar a la galería de desequilibrantes serían Alexis Sánchez, Fernández si se recuperara, o Pinilla, aunque este último lo ha perjudicado el no tener una constancia que la alta competencia exige a los futbolistas actuales; no obstante, tiene un tremendo potencial que esperamos de frutos en estas clasificatorias para el mundial. Los demás, en su mayoría, son los llamados "picapiedras" o "patas duras", que si bien son buenos futbolistas que han logrado destacar en Europa, no se puede confiar a que vayan a ser la "bala de plata" y lleven a "La Roja" a ganar partidos y mucho menos campeonatos. Para esto se necesita lo que hacía con pasión y obsesión Bielsa. Es decir, trabajo reiterativo, laboratorio, mecanicidad, disciplina táctica y cultural. Al no tener grandes individualidades como los argentinos, uruguayos o brasileños, el actual técnico del Bilbao hacía brillar al grupo, al juego colectivo, que hizo deslumbrar a la prensa especializada de todo el mundo en el pasado mundial.
El actual técnico de la selección, Claudio Borghi, es inteligente y se le respeta por lo que hizo en Colo-Colo, pero tiene que trabajar mucho la parte defensiva -casi con la misma obsesión de Bielsa- y minimizar -o extirpar de una vez- la influencia nociva de algunos elementos inmaduros pueden perjudicar su trabajo y poner en entredicho su expertise.
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