Durante el transcurso de la semana el senador de la UDI, Pablo Longueira, hizo declaraciones en torno a una solución que enfrenta históricamente nuestro país con el hermano país de Bolivia. El tema es de larga data y ha ido madurando en el tiempo una idea que el propio Pinochet propuso durante el régimen militar. El tema es de otorgarle una salida al mar a Bolivia.
Hace poco tiempo también el ex comandante en jefe de Ejército y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, Juan Emilio Cheyre, deslizó la idea que Longueira, tras sus declaraciones, dieron pábulo para poner en el tapete noticioso las alternativas para la solución a la mediterraneidad boliviana.
En todo caso cualquier solución a este tema, debiera pasar por una condición sine qua non que sea una plataforma viable para fomentar el despegue y progreso de Arica.
Tal como lo dijo Longueira, no se debe descartar ninguna alternativa de solución a la mediterraneidad boiliviana.
Hay que destacar que Chile requiere con suma urgencia -para sostener el crecimiento económico- de energía y recursos hídricos, que Bolivia los tiene con abundancia. Nuestro país ha ido perdiendo competitividad precisamente por carecer de energía, lo que ha elevado sustancialmente los costos de producción en relación a otros países con los que teníamos similares ventajas comparativas.
Pablo Longueira junto a Ricardo lagos deben ser los mejores y más serios políticos que el país tiene, y la propuesta del senador UDI recoge lo que muchos políticos, economistas, empresarios, analistas y militares piensan en su intimidad o lo comentan en esfera más privada. Longueira ha dado un paso más allá y ha hecho público un planteamiento que infiere una mirada visionaria respecto a la histórica demanda boliviana.
Ahora en un eventual plebiscito respecto del tema, éste debiera ser planteado de una manera totalmente objetiva, de lo contrario no tendría ningún sentido, pues es fácil recurrir a conceptos de patriotismo que emocionalmente inclinarían hacia una postura de negar una solución que beneficie a Chile y a Bolivia.
Hace poco tiempo también el ex comandante en jefe de Ejército y director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, Juan Emilio Cheyre, deslizó la idea que Longueira, tras sus declaraciones, dieron pábulo para poner en el tapete noticioso las alternativas para la solución a la mediterraneidad boliviana.
En todo caso cualquier solución a este tema, debiera pasar por una condición sine qua non que sea una plataforma viable para fomentar el despegue y progreso de Arica.
Tal como lo dijo Longueira, no se debe descartar ninguna alternativa de solución a la mediterraneidad boiliviana.
Hay que destacar que Chile requiere con suma urgencia -para sostener el crecimiento económico- de energía y recursos hídricos, que Bolivia los tiene con abundancia. Nuestro país ha ido perdiendo competitividad precisamente por carecer de energía, lo que ha elevado sustancialmente los costos de producción en relación a otros países con los que teníamos similares ventajas comparativas.
Pablo Longueira junto a Ricardo lagos deben ser los mejores y más serios políticos que el país tiene, y la propuesta del senador UDI recoge lo que muchos políticos, economistas, empresarios, analistas y militares piensan en su intimidad o lo comentan en esfera más privada. Longueira ha dado un paso más allá y ha hecho público un planteamiento que infiere una mirada visionaria respecto a la histórica demanda boliviana.
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